lunes, 28 de noviembre de 2011
Wendy Blight
Miembro del Equipo de Proverbios 31,
Ministerios para la mujer


“Pero ustedes parecen haberse olvidado ya del consejo que Dios les da a sus hijos en la Biblia: «Querido jovencito, no tomes las instrucciones de Dios como algo sin importancia. Ni te pongas triste cuando él te reprenda. Porque Dios corrige y castiga a todo aquel que ama y que considera su hijo.»  Hebreos 12:5-6 (TELA)

Lectura:

La enseñanza es mi pasión.

Además de ser esposa y madre, nada me trae mayor gozo que enseñar y compartir la palabra de Dios. Últimamente me he sentido seca y le he preguntado al Señor qué es lo próximo. Yo estaba lista para que él hiciera algo nuevo, deseaba un nuevo mensaje. Bueno amigas, ¡tengan cuidado por lo que oraran! Porque mientras oraba, el Señor me llevó a Hebreos 12. Fue allí donde nos encontramos y me reintrodujo a una palabra que me era familiar…disciplina.

Disciplina.

Dictionary.com define la disciplina como el rigor o el efecto de formación de experiencia o adversidad. Mis padres me disciplinaron cuando era niña. Con un hijo adolescente y otro casi adolescente, mi esposo y yo nos encontramos en un proceso continuo de disciplina. ¿Pero yo? Soy una adulta. No necesito disciplina. ¿Y quién tiene realmente el derecho de disciplinarme?

Hebreos 12:5-6 describe exactamente quién tiene el derecho de disciplinarme a mí…y a ti. Dios. Nuestro Creador. Nuestro Padre Celestial.

Me encanta cómo comienza el escritor de Hebreos 5: "Y han olvidado las palabras alentadoras que Dios habló a usted como sus hijos..." Dios quiere que las palabras que siguen sean para animarnos y no para desalentarnos.

En Hebreos 12:5-6, el escritor de Hebreos cita de Proverbios 3:11-12 que dice: "mi hijo no rechaces la disciplina del Señor y no te molestes cuando él te corrige. Porque el Señor corrige a los que ama, como un Padre corrige a un niño en quien se deleita."
 
Esta palabra, disciplina, en la traducción Reina Valera es "castigo," que en griego denota "entrenar" y se utiliza más a menudo con la formación de un niño.

En otros lugares en las Escrituras se traduce como aprendido o enseñado, pero en Hebreos 12 se refiere específicamente a la parte del entrenamiento que significa infligir males y calamidades. Cuando leí esto, mi primer pensamiento fue “claro que no, Dios.” Pero según continué mi estudio, la palabra de Dios me ayudó a entender.

Dios sabe para qué nos creó. Jeremías 29:11 dice, "Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes…planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.".

Dios nos promete en Romanos 8:28: "Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito."

Dios equilibra estas alentadoras verdades con la realidad de que somos criaturas pecaminosas y egoístas. Cuando nos dan la oportunidad, elegimos el favorecernos a nosotros mismos, servirnos a nosotros mismos y ponernos en primer lugar. Dios sabe que para llevar a cabo los planes que tiene para nosotros, tiene que quemar todo lo que es egoísta y egocéntrico. También sabe que no vamos a entregarnos voluntariamente a este castigo.

Pero todos tenemos defectos y locuras que debemos corregir. Y en el momento en que Dios me llevó a Hebreos 12, yo estaba en medio de lidiar con esos fallos y locuras. Él quería que yo viera que tenía que caminar a través de su fuego de refinación para quemar todas las pruebas del yo en mi lucha. Esto es una verdad difícil de escuchar. Pero el resultado final, la verdad maravillosa es que Dios me promete que cuando salga al otro lado de su fuego de refinación, estaré más cerca de reflejar su imagen y más cerca de ser la mujer para la que él que me creó.

Cuando miramos Hebreos 12:5-6 de esta manera, voluntariamente deberíamos entregarnos a su disciplina. Porque es su disciplina la que nos asegura que somos legítimos, amados hijos de Dios, Él nos está tratando como a sus propios hijos. Nos está preparando. Nos está entrenando. Él nos está transformando.

Amado Padre, gracias por disciplinarme. Es difícil de aceptar, pero entiendo que es por mi bien y tu gloria. En el nombre de Jesús, Amén.

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¿Conoces a Jesús?

 
Más recursos

Pasos para la aplicación:

Lee Deuteronomio 8:2-5. ¿Qué dicen estos versículos sobre la disciplina de Dios?

Puntos para reflexionar:

Reflexiona Reflexiona en un tiempo de disciplina de tu vida y escribe lo que Dios le enseñó y cómo eso ha cambiado su vida.

Versículos que te darán fuerza

Hebreos 12:7, “Al soportar esta disciplina divina, recuerden que Dios los trata como a sus propios hijos. ¿Acaso alguien oyó hablar de un hijo que nunca fue disciplinado por su padre?” (NTV)

Deuteronomio 8:5, “Reconoce en tu corazón que, así como un padre disciplina a su hijo, también el Señor tu Dios te disciplina a ti.” (RV 1995)

© 2011  de Wendy Blight. Todos los derechos están reservados. 
Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional.


Proverbios 31 Ministerios para la mujer
616-G, Matthews-Mint Hill Road
www.proverbs31.org

Gracias por su ayuda editando este devocional.
Wendy Bello,editora 
Judith Hernandez
Ana Stine
Natasha Curtis
Waleska Nickerson 
Veronica Young


lunes, 21 de noviembre de 2011
Miembro del Equipo

“¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo.” Gálatas 1:10
         
Lectura:

Comencé a enviar mensajes de texto hace cuatro años cuando contrate a Kortney, que tenía 21 años. Para ayudarme con el negocio. Camino al trabajo un día, ella me envió un mensaje de texto para preguntarme si quería café. Recibí su mensaje, y pensando en la respuesta, antes de que pudiera escribir mi respuesta, me envió un segundo mensaje y luego un tercero.

Finalmente me di por vencida y la llamé. “Kortney,” le dije “Si paras de enviarme mensajes entonces podré enviarte un mensaje de texto de contestación.”  Ella se rio de esto por varias semanas. Ahora, creo que ella se estaba riendo de mí, pero yo también lo disfrute.

En nuestra cultura de ahora la gente espera que nosotros les contestemos a sus peticiones con gran velocidad y eficiencia. Puede ser que sea un texto, un mensaje de correo electrónico, un mensaje instantáneo o un comentario en Facebook, hay un entendimiento,…no, una  expectativa… de que contestaremos.

Lo admito yo también caigo en esto. Y es atraído por mi necesidad de ser necesitada. Alguien necesita mi opinión o mi ayuda. Al menos ellos se quieren conectar con migo. Si están dispuestos a compartir sus vidas con migo, mi deseo es de responder. Rápidamente. Con creatividad, y un poco de humor, si lo desea. Pero honestamente es agotador.

Tratar con la expectativa de otros es muy difícil, especialmente para nosotras las mujeres. Es imposible llenar las necesidades de todos. No hay líneas definidas entre la vida privada y la pública y nos está llevando a muchos a ser maniáticos que solo complacen a la otra gente. Tristemente esta es una actitud que nos deteriora a nosotros mismos.

Jesús identifico la misma conducta de “complacer a la gente” en sus discípulos. Debatían entre las obligaciones hacia otros y la obediencia hacia El. Ellos querían seguir a Jesús, pero en sus propios términos. Jesús desafío este tipo de pensamiento y los llamo a un nivel mayor de obediencia, una que los obligaba a escoger que era más importante. Aquí hay algunos ejemplos.
“Luego dijo Jesús a sus discípulos:  —Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme.  Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará.’ " (Mateo 16:24-25) NVI)
“Otro afirmó: ‘—Te seguiré, Señor; pero primero déjame despedirme de mi familia.’
Jesús le respondió: ‘—Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios.’ ” (Lucas 9:61-62, NVI)

Cuando las demandas de otros puso en riesgo la obediencia inmediata. Jesús les llamo la atención. Él los desafío con la misma pregunta que nos hace a nosotras: ¿A quién vas a complacer primero?
Sin establecer en nuestros corazones la respuesta a esta pregunta, terminamos con una vida muy cargada y muy comprometida. Nuestras vidas operan como el parachoques de un carro, yendo locamente en una dirección, solo para estrellarse con un obstáculo y voltear en otra dirección.
Me he sentido así algunas veces. Pero mi corazón entra en claridad y dirección cuando declaro que Jesús Cristo es mi líder. Ahora, créanme que aunque yo creo en esas palabras en mi corazón y las confieso con mi boca, tomo años para alinear cada área de mi vida. Todavía es un proceso, y algunas veces tengo que revisar mi realidad con mis intenciones.
Declarar que Jesús es nuestro líder rompe con la opresión de querer la aprobación de otros, y nos ayuda a tener claridad en nuestras intenciones. Además, reduce el stress mientras que aceptamos que no podemos complacer a todos, y Dios nunca espera que tratemos de hacerlo.
Amado Dios, solo tú eres digno de ser seguido. Por favor perdona las veces en que he decidido seguir a otros en lugar de seguirte a ti. Anhelo ser una mujer con un corazón que no esté dividido. Ayúdame vencer la opresión de complacer a otros. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amen.
Pasos para la aplicación:
Para traer algo de simpleza, y juicio de vuelta a nuestras mentes, horarios y hogares, debemos corregir la raíz del problema. Puede tomar un poco de tiempo el pensare en esto, pero comienza contestando las siguientes preguntas:
1 ¿Quién es el Señor de tu vida?
2 ¿Quién define tus prioridades?
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Puntos para reflexionar:
¿Cuáles son algunos de los efectos negativas de ser alguien que le gusta complacer a la gente?  ¿Cómo esto impacta mi familia, mi iglesia, mi servicio y mi trabajo?
Las mujeres sufren con las tendencias de complacer a la gente. ¿Si lucho con esto, puedo identificar algunas de las razones?

Versículos que te darán fuerza:

Santiago 4:4, " ¡Oh gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios." (NVI)
Mateo 6:1, " »Cuídense de no hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la atención. Si actúan así, su Padre que está en el cielo no les dará ninguna recompensa." (NVI)

© 2011  de Glynnis Whitwer. Todos los derechos están reservados.  


Natasha Curtis
Veronica Young




martes, 15 de noviembre de 2011
 
 Pero ustedes no tendrán que intervenir en esta batalla. Simplemente, quédense quietos en sus puestos, para que vean la salvación que el Señor les dará. ¡Habitantes de Judá y de Jerusalén, no tengan miedo ni se acobarden! Salgan mañana contra ellos, porque yo, el Señor, estaré con ustedes." 2 Crónicas 20:17 (NVI)     
    
Lectura:

Cabello largo…puede ser una realidad para muchas mujeres pero una batalla para otras.

En varias ocasiones de mi vida, he tratado de dejar que mi cabello crezca un poco más debajo de mis hombros, pues quiero lucir un poco más femenina.

En un determinado mes, usualmente en el verano, comienzo mi tarea de no cortarlo.

En una ocasión lo medía cada semana y hasta cada tercer día. Para ver si crecía. ¿Qué obsesión, no? Mi obsesión era tal, que lo alisaba para hacerlo ver más largo, me lo cepillaba muchas veces todos los días y sin embargo, entre más me fijaba en el proceso, menos veía el resultado. Parecía que no pasaba nada, que mi cabello estaba estancado en un solo lugar.

El otro día me llevé una gran sorpresa cuando me detuve a mirarme al espejo, a mirar mi cabello y sin saber cómo, sin darme cuenta, mi cabello está mas largo que lo que estaba antes cuando estaba tan enfocada en el crecimiento del mismo.

Con este ejemplo Dios me mostró cuántas veces he tratado de interferir en los procesos que son naturales y en lo que Él tiene para mí. Quiero ver los resultados de sus promesas y hago lo que no tengo que hacer, en el tiempo que no lo tengo que hacer, cuando lo único que debo hacer es estar quieta, alabarle y ver lo que Él puede hacer en mi vida.

Sara, la esposa de Abraham, es bien conocida por eso. Ella sabía que tenía una promesa. Sabía que quería ver el cumplimiento de la promesa. Quería ver los resultados y por eso hizo algo que no debía hacer. Trató de controlar una situación que estaba fuera de su alcance (Génesis 16:1-3) cuando lo único que Sara debía hacer era estar quieta, esperar, y ver lo que Jehová haría.

Así como el crecimiento de mi cabello, que yo no lo puedo controlar, hay muchas cosas en medio de mis circunstancias que no puedo controlar, que no puedo cambiar. Pero si hago lo que yo debo hacer, alabar a Dios y esperar en Él,  entonces veré los resultados que Dios ya tiene pre-determinados para mi vida. 

Algunas veces nos fijamos tanto en los resultados que queremos lograr, o en el cumplimiento de las promesas de Dios, que olvidamos disfrutar el proceso.
Olvidamos quedarnos quietos y esperar en Dios, quedarnos quietos y saber que Él es Jehová y que la salvación y el resultado vendrán de parte de Él.

En el versículo de hoy, el rey Josafat estaba desesperado por la situación en la que se encontraba, acorralado, asustado, y sin esperanza. Una gran multitud muy poderosa venía contra su ejército.  El rey se humilló delante de Dios y pidió dirección. Dios respondió: “quédense quietos en sus puestos, para que vean la salvación que el Señor les dará”.

Sé que para mí a veces es difícil estar quieta y confiar en Jehová, pero muchas veces eso es todo lo que debo hacer. El rey Josafat vio cómo Dios, de una manera sobrenatural, venció a sus enemigos.

En esta ocasión fue mi batalla con el cabello, pero muchas veces tengo situaciones con mis finanzas, con mis hijos, con mi esposo y  en el trabajo que deseo controlar, pero lo único que debo hacer es estar quieta y ver la salvación que el Señor me dará.

Mi cabello hoy está más largo de lo que había podido tener antes, y lo único que hice fue estar quieta y esperar.

Amado Padre, te alabo porque, aunque nosotros estemos quietos, tú siempre estás trabajando. Señor, ayúdame a estar quieta cuando tengo que estar quieta y esperar en ti, para poder ver tu poder sobrenatural manifestarse y poder ver tu promesa cumplida. En el nombre de Jesús, Amén.

Pasos para la aplicación:
  • Identifica las diferentes esferas en las que no has esperado y has tratado de tomar control de la situación.

  • Revisa tus acciones en situaciones pasadas y determina si te ha sido difícil esperar en la intervención de Dios. ¿Por qué?  

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Puntos para reflexionar:
  • ¿Has tratado de forzar situaciones para obtener los resultados que tú quieres?
  • ¿Qué  situación estás tratando de forzar en este momento, o de tomar tu propio control? Te invito a que estés quieta y veas lo que Jehová tiene para ti.
 

Versículos que te darán fuerza:
                                                                                                  
Salmos 46:10 “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra”. (RVR1960)

Éxodo 14:14Ustedes quédense quietos, que el Señor presentará batalla por ustedes.” (NVI)

© 2011  de Judith Hernández. Todos los derechos están reservados
Gracias por su ayuda editando este devocional.
Wendy Bello, editora  
miércoles, 9 de noviembre de 2011

Miembro del Equipo

 Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable." 1 Pedro 2:9 (NVI)
Lectura:

Estaba parada en frente del espejo del baño alistándome para un gran evento, mientras le rogaba a Dios que me diera confianza o que enviara a Jesús otra vez a la tierra antes de que fuera mi momento de hablar. Había estado luchando con dudas de mí misma esa semana, al punto de paralizarme, y me hacía cuestionarlo todo.
Aunque me sentí honrada un par de meses atrás cuando la líder del evento me llamó, ahora me cuestionaba: “¿Por qué acepté esta invitación?” Y mi diálogo interno era implacable… “¿Qué tal si se me olvida lo que voy a decir? ¿Qué tal  si mis puntos no son tan poderosos? ¿Y si ellas no entienden mis relatos o mi humor no les da risa? ¿Qué tal  si…?”
Cuando me viré para colocar algo en la maleta que estaba detrás de mí, vi una gran sombra de cinco pies y dos pulgadas de altura.
De pronto me di cuenta de que mis incertidumbres habían creado también una sombra gigante, una sombra de dudas. Estaban distorsionando mis pensamientos y dándole mayor poder a mis emociones.
Estando allí parada, ante esa sombra inmensa, sentí a Dios susurrar a mi corazón: “Renee tú solo puedes ver esa sombra porque te has alejado de la luz. Regresa hacia la luz”.
Lentamente regresé a la luz sobre el espejo, y me di cuenta de que ya no estaba en la sombra. Y también me di cuenta de que yo había creado la sombra  interponiéndome entre la luz.
Las sombras se crean alrededor de nosotros cuando algo bloquea la luz. De la misma manera pasa con la sombra de dudas. Cuando nos enfocamos en nosotras mismas y en cuán inadecuados nos sentimos, o en lo que otros piensan de nosotras, proyectamos una sombra de duda en nuestras mentes y nos interponemos a la luz de la verdad de la palabra de Dios en nuestros corazones
Pero, no hemos sido diseñadas para bloquear la luz ni para ser la luz.
Fuimos creadas para vivir en la luz, enfocándonos en lo que Dios piensa de nosotras. Me gusta cómo nos describe Juan el Bautista: “…como testigo para dar testimonio de la luz, a fin de que por medio de él todos creyeran. Juan no era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz  (Juan 1: 7-8, NVI). Cuando seguimos a Cristo de cerca en nuestros pensamientos, tenemos nuestra confianza en Él.
Al pasar el enfoque de nuestros sentimientos de insuficiencia a su promesa de  suficiencia total, podemos intercambiar nuestra falta de confianza en nosotras mismas por una confianza en Dios eterna. Y cuando hacemos eso, nuestras vidas, se convierten en testigos que testifican del que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2:9, NVI).
¿Estás lista para hacerte más dependiente de Jesús, una mujer confiada en Dios, cuya seguridad se encuentra solamente en Él? Si es así, cuando te encuentres parada en la sombra de tu propia duda, en lugar de desear más confianza en ti misma, ¡ora por la eterna confianza de Dios! Luego regresa hacia la Luz para que tu corazón se pueda enfocar y pueda vivir en la seguridad de sus promesas.
• Cuando te sientas insuficiente, recuerda, Dios dice: Tú eres ESCOGIDA.
Ustedes son mis testigos —afirma el Señor—, son mis siervos escogidos, para que me conozcan y crean en mí, y entiendan que yo soy.”  (Isaías 43:10a, NVI).
• Cuando te sientas incapaz o inestable, Dios dice: Tú si PUEDES.
"El Señor omnipotente es mi fuerza; da a mis pies la ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas." (Habacuc 3:19, NVI)
• Cuando te sientas que no vales, recuerda que Dios dice: Eres AMADA.
"Porque te amo y eres ante mis ojos precios[a] y dign[a] de honra.” (Isaías 43:4b, NVI)
Señor tu palabra dice que soy mujer escogida, real sacerdocio, una hija santa, una mujer que te pertenece. Ayúdame a recordar que Tú me has llamado a salir de mi sombra de dudas para decirles a otros acerca de la luz y la esperanza que he encontrado en Ti. En el nombre de Jesús. Amén.
Pasos para la aplicación:
¿Cuáles son tus pensamientos más comunes de duda de ti misma y cómo te hacen sentir? (Insuficiente, indecisa, incierta, inconstante…)

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Puntos para reflexionar:
"Cuando ponemos nuestra atención en nosotras, quitamos nuestra atención de Dios. No dejamos espacio en nuestros pensamientos para escuchar lo que Dios dice de nosotras, porque hemos dado ese lugar para que lo ocupe la opinión de otras personas”, del libro “A Confident Heart” [Un corazón Confiado] 

Versículos que te darán fuerza:
Lucas 24:38, " —¿Por qué se asustan tanto? —les preguntó—. ¿Por qué les vienen dudas?” (NVI)
Romanos 8:6, "La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz." (NVI)

© 2011  de Renee Swope. Todos los derechos están reservados.  
Proverbios 31 Ministerios para la mujer                                                                                616-G, Matthews-Mint Hill Road                                                                                       Matthews, NC 28105                                                                                                 www.proverbs31.org

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