lunes, 11 de febrero de 2013
Judith Hernandez
“Ustedes no
han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es
fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan
aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida
a fin de que puedan resistir.”
1 Corintios 10: 13 (NVI)
Lectura:
Admiro a mi amiga Rosa. Es una madre soltera con dos
hijos jóvenes y con una gran fe. Por años ha tenido dos trabajos para suplir
las necesidades de su familia. Pero este año Dios le ha pedido que haga un
esfuerzo aun mayor de lo que ella ha estado acostumbrada.
Dios le ha pedido que deje uno de sus trabajos, el
trabajo que le traía más ingresos a su hogar. En obediencia mi amiga dejó su
trabajo hace un par de meses, no para decirte que Dios la ha estado bendiciendo
con maravillosos milagros financieros, ni para que encuentre un hombre que le dé
todo lo que necesita, sino para que, en
ese paso de fe, mi amiga aprenda a confiar y depender más y más de Dios.
Cada mañana ella se levanta con la expectativa de ver
lo que Dios hará en su vida en ese día y cómo le ayudará a resolver los
problemas, especialmente los financieros. Así que un día, en su trabajo en el
hospital, pasó lo que pensamos sería la gran bendición de Dios, el milagro que
por semanas había estado esperando.
Era un día de trabajo regular y Rosa ayudaba a una
señora un poco mayor, cuando de pronto la señora sacó de su cartera un gran,
gran rollo de billetes y dijo: “Siento que este dinerito es para ti.” “¡Gloria a Dios!” dije yo cuando mi amiga me
contó el milagro que estábamos esperando, y sin dejarla continuar le di gracias
a Dios por lo que había hecho.
“Espera, espera,” dijo Rosa. “¡Yo no podía recibir ese dinero!” ¿Cómo? ¿No
podía recibirlo? Pero si se veía como un regalo de Dios. ¡Parecía una gran
oportunidad!
En el trabajo de Rosa está prohibido aceptar dinero o
cualquier tipo de regalo de parte de los clientes. Lo que parecía una gran
oportunidad podría hacer que Rosa fuera suspendida o hasta perdiera su
trabajo. Nadie la estaba mirando y, en
su situación económica, hubiera sido fácil para mi amiga recibir el rollo de
billetes y alejarse sin decir nada a nadie.
Sin embargo, Rosa inclinó su cabeza y oró: “Señor si
ese dinero es realmente para mí, abre las puertas para que pueda recibirlo”.
Así que ella fue donde su supervisora y le informó la situación, a lo cual la
supervisora respondió que definitivamente
no podría recibirlo.
Aunque fue un momento determinante, una gran
oportunidad ante su situación financiera, mi amiga decidió decir que no. Ella
concluyó su historia así: “A pesar de que no tomé el rollo de billetes, siento
que la paz y satisfacción por hacer lo correcto es más grande que lo que
hubiera podido comprar o pagar con ese dinero”.
El versículo clave de hoy dice que en el momento de la
tentación Dios nos dará una salida, para que podamos resistir. Gracias a Dios,
mi amiga tuvo la sabiduría de orar y luego ir con su supervisora. Lo que
parecía una gran oportunidad hubiera podido terminar en una gran desgracia para
ella y su familia.
Amado
Dios, ayúdanos a no caer en tentación, y a confiar que tú siempre tendrás una
salida para nosotras en esos momentos difíciles. Señor ayúdanos a confiar en ti cada día más.
En el nombre de Jesús, amén.
Reflexionar y
responder:
- Identifica si alguna vez has caído en tentaciones y pídele perdón a Dios.
- La próxima vez que veas una gran oportunidad ora a Dios antes de actuar, asegúrate que es una bendición no una tentación.
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pero sencillamente no podemos hacerlo. Por lo tanto, agradecemos muchísimo
todas y cada una de las compras que hagas con nosotros. ¡Gracias!
Segunda lectura: Ustedes, las que leen nuestras lecturas, han
estado pidiendo más de una lectura a la semana. Gracias a Dios por nuestras
voluntarias que las traducen, ahora podemos ofrecerles dos lecturas semanales.
Esta lectura estará disponible los sábados en nuestra página. Es una bendición
darles estas lecturas, pero esto implica un costo financiero. Así que tenemos
una petición especial para este nuevo año; y aunque Dios siempre provee de
maneras extraordinarias, en muchas ocasiones él usa a sus hijos para que otros
tengan. ¿Quisieras ser parte de esta bendición, para que nuestro ministerio
pueda alcanzar a muchas más mujeres, y contribuir con un regalo financiero? Tu
donación, grande o pequeña, será de gran ayuda. Gracias.
Versículos poderosos:
Marcos 14:38, “Vigilen y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil.” (NVI)
Marcos 14:38, “Vigilen y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil.” (NVI)
Santiago 1:12, “Dichoso
el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la
vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.”
(NVI)
© 2013 de Judith Hernandez. Todos los derechos están reservados.
Proverbios 31 Ministerios para la mujer
616-G, Matthews-Mint Hill Road
Matthews, NC 28105
www.proverbs31.org
Gracias por su
ayuda con esta lectura:
Van
Walton. Directora del ministerio para latinas t
Judith Hernández, la voz latina
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