lunes, 4 de febrero de 2013
Van Walton
“Jesús los llamó: “Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo…!” Marcos 1:17 NTV
Lectura:
Recuerdo aquellas palabras acusadoras que saltaron de mi computadora y que casi sentí que me golpearon. Claramente una madre estaba expresando su opinión acerca del desempeño de su hija en mi clase.
Una vez que recobré el sentido, fui a buscar inmediatamente las rúbricas que les había dado previamente a mis alumnos; afortunadamente mis expectativas para el proyecto estaban cuidadosamente detalladas en ella.
Las rúbricas son unos lineamientos de evaluación que se emplean en muchas escuelas. Las rúbricas indican las expectativas del maestro para cierta actividad, y enumeran los puntos importantes que deben considerarse para dicho proyecto.
Aquella tarde nos reunimos la mamá, la hija y yo para discutir acerca del proyecto y del resultado esperado. Con la rúbrica en el centro de la mesa acordamos que esta no había sido tomada en cuenta para la realización del mismo. Después de una larga discusión decidimos que mi alumna hiciera de nuevo el proyecto, pero esta vez asegurándose de cumplir con los lineamientos. Me dio tanta alegría ver caminando por el salón a aquella señorita que ahora se veía segura ya con su rúbrica en mano. No tuve ninguna duda en ese momento de que ella había comprendido cuáles eran las expectativas; estaba claro que sobresaldría en su próximo proyecto y que ella volvería a recobrar su confianza.
Jesús, el más grande de todos los maestros que han
existido, usó rúbricas. Él nunca asignó tareas sin dejar claras sus
expectativas. Después de todo, la meta de cualquier maestro es el éxito de sus
alumnos. La gente segura de sí misma se convierte en gente que transforma al
mundo y eso es lo que Dios nos pide a los que lo seguimos.
Me siento intrigada por los métodos y el estilo de
enseñanza de Jesús. Su salón se movía con él como lo hacían sus enseñanzas. Él
usaba situaciones diarias para enseñar y esto retaba a sus alumnos a apegarse a
sus lineamientos, a su rúbrica.
Al enseñar las Bienaventuranzas Jesús dijo: “Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes…” (Mateo 5:16 NVI). Sabemos que Jesús no sólo les dijo qué hacer, sino que les mostró cómo hacer esas buenas obras; comió con los pecadores, tocó a los enfermos, les habló a los marginados.
Escuchamos a Jesús hablar por primera vez en Lucas 2 justamente después de que sus padres lo llevaron a Jerusalén. Cuando terminó el ritual anual todos regresaron a casa. En el trayecto, José y María se percataron de que Jesús no estaba con ellos, al buscarlo, lo encontraron en el templo “sentado entre los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas.” (v. 46, NVI). En respuesta al “reclamo” de su madre, Jesús respondió: “¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?” (v. 49, NVI).
Esta es nuestra primera rúbrica. Como alumna de Jesús, me queda claro qué es lo que espera de mí. Él me lo mostró con sus acciones.
1- Estar en la casa de mi Padre, en otras palabras, ir a la iglesia,
2- Sentarme con los maestros, escucharlos y
3-
Hacerles preguntas.
Jesús ¿cómo es que tú me invitas a seguirte? ¡Me ofreces mostrarme y enseñarme cómo vivir! Gracias a tu ejemplo de vida puedo vivir segura y confiada de que mi vida es valiosa. En tu nombre Jesús, amén.
Recursos
Relacionados: Cuando compras algún
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que ofrecen los enormes almacenes que venden en línea, pero sencillamente no
podemos hacerlo. Por lo tanto, agradecemos muchísimo todas y cada una de las
compras que hagas con nosotros. ¡Gracias!
Visita el blog de Van para
conocer más de las rúbricas espirituales que se encuentran en la Palabra de
Dios.
Segunda lectura: Ustedes, las que leen
nuestras lecturas, han estado pidiendo más de una lectura a la semana. Gracias
a Dios por nuestras voluntarias que las traducen, ahora podemos ofrecerles dos
lecturas semanales. Esta lectura estará disponible los sábados en nuestra página.
Es una bendición darles estas lecturas, pero esto implica un costo financiero.
Así que tenemos una petición especial para este nuevo año; y aunque Dios
siempre provee de maneras extraordinarias, en muchas ocasiones él usa a sus
hijos para que otros tengan. ¿Quisieras ser parte de esta bendición, para que
nuestro ministerio pueda alcanzar a muchas más mujeres, y contribuir con un
regalo financiero? Tu donación, grande o pequeña, será de gran ayuda. Gracias.
Reflexionar y responder:
Cuando nos encontramos en una encrucijada ¿cómo podemos estar seguras de
qué dirección tomar?
¿Qué pasos debes seguir para mantener esos sentimientos de inseguridad
espiritual a un lado?
Alguna vez te preguntaste: “¿Mi vida le agradará a Dios?”. No tienes por qué
vivir tu vida sintiéndote insegura espiritualmente. Creo que Dios ha
especificado en forma clara sus rúbricas para que pongamos toda nuestra
confianza en que él nos mostrará cómo debemos vivir. Nuestras acciones no
tienen por qué ser un juego de adivinanzas. Como alumnos de su clase, nunca
debemos sentirnos incompetentes.
Versículos Poderosos:
Lucas 6:47 (NVI): “Voy a decirles a quién se
parece todo el que viene a mí, y oye mis palabras y las pone en práctica…”
© 2013 de Van Walton. Todos los derechos están reservados.
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