lunes, 21 de enero de 2008
por Karen Ehman Conferencista y Escritora Certificada de Proverbios 31 Ministerios para la Mujer Versículo Clave: Filipenses 3” 13b-14 “Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús” (NVI) Hoy lea el capítulo entero. Escriba el versículo. Memorícelo. martes, enero 22 Devocional para Hoy: Esta es la época en la que muchos de nosotros estamos hacienda propósitos para el Año Nuevo. ¿Cómo te parecerían hacer algunos propósitos para las madres? Aquí están los míos: Yo pondré mi Biblia primero que la televisión, el radio, el teléfono y aun antes que libros cristianos, para que mis hijos sepan mis prioridades con la manera en que ellos ven como yo uso mi tiempo libre. Yo haré mi petición conocida delante de Dios y mis hijos. Conseguiré que ellos me ayuden en el proceso y les informare el resultado. Por que si los dejo que me ayuden cuando hago mis peticiones a nuestro Señor, ellos aprenderán de un Dios vivo que todavía contesta a las oraciones. Cuando lleguen esos momentos de crisis y confusión, yo correré a estar de rodillas antes de ir al teléfono, sabiendo que por mi ejemplo mis hijos descubrirán que, aunque los amigos son importantes, solamente Dios es el único que tiene la solución para todos los problemas de la vida. Yo borraré las palabras “suerte” y “afortunada” del vocabulario y en cambio, cuando hable, dirigiré a mis hijos hacia el que dirige todo los detalles de nuestra vida y hace que todas las cosas buenas pasen. Con esto mis hijos aprenderán de un Dios omnisciente. Cuando pasen cosas malas, yo no murmuraré, ni me quejaré. Al contrario, ayudaré a mis hijos a ver que en la oportunidad de nuestras vidas, aun los malos tiempos, son permitidos por una razón. Con esto mis hijos aprenderán a esperar en silencio por nuestro hacedor. Cuando pasen contratiempos de la niñez, yo recordaré que aunque sea difícil, todavía se pueden quitar jugo de uvas de mi carpeta casi blanca. ¿Pero que borrará la crítica y las palabras de desamor lanzadas a un niño a quien sus pequeños deditos gordos le fallaron? Por medio de esto, mis hijos podrán ver a un Dios que comprende cuando nuestros mejores esfuerzos no son suficientes. Cuando mis hijos vean algo malo en mi -mis palabras poco amables, mi temperamento enojado, chismosear “inocentemente”, sarcasmo, o aun un infame “pucheros de mami,” cuando las cosas no son a mi manera- yo confesaré que es un pecado delante de ellos y les pediré su perdón. Por esto mis hijos desarrollaran aun mas el hábito de borrar su pizarra espiritual y mantenerla limpia delante de Dios y de los hombres. Yo enseñaré a mis hijos la importancia de ser limpios y ordenados mientras que al mismo tiempo permanecen sensitivos al hecho de que una rodilla desnuda o unos sentimientos heridos son mas importantes que un piso sin mancha o una mesa sin desorden. Con esto mis hijos aprenderán a valorar a la gente sobre las cosas. Yo apartaré tiempo para los solitarios, los enfermos, los ancianos, y los difíciles de amar trayendo mis hijos con migo, por que con cada tarde de visita, cada ida al doctor, cada cortada de pasto, o ventana lavada ellos tendrán la oportunidad de servir a Jesús sirviendo a “un pequeño de estos.” Haré de mi casa un cielo para descanso y retiro del mundo de afuera y un lugar de bienvenida para los amigos de mis hijos, para que con cada juego de fútbol improvisado, en el patio de atrás de la casa, cada video que veamos en un día de lluvia, cada taza de chocolate caliente, o cada galleta, mis hijos tengan la oportunidad de practicar el arte de la Hospitalidad Cristiana aprendiendo a compartir lo que Dios les ha dado. Con mis acciones y mi forma de hablar dejaré ver a mis hijos una madre que ama a su padre, para que con eso mis hijos sientan la estabilidad de una familia en un tiempo donde los matrimonies alrededor de ellos se están deshaciendo. No exigiré de mis hijos obediencia, honestidad, paciencia, o amabilidad sin estar dispuesta a someterme a las mismas reglas. Por esto mis hijos verán una madre que también está aprendiendo y no una madre perfecta con quien ellos nunca podrán compararse. En todo yo recordaré que es mas lo que se ve que lo que se dice. Hay pequeños ojos sobre ti, madre. Tú eres la primera Biblia que tus hijos leerán. Mi oración para hoy: Amado Dios has que mis metas este año procedan de una correcta relación personal con tigo y pueda llevar a otros a enseñarles el camino al cielo. En el nombre de Jesus, Amen. miércoles, enero 23 Aplicación: Escoge uno o dos propósitos que tengan que ver con tigo, con tu rol de made o esposa. Díselos a una amiga y has que ella te tenga responsable por hacerlo realidad. jueves, enero 24 Puntos para Reflexionar: ¿De las resoluciones de arriba, cuales son las difíciles para ti? ¿Por qué? ¿Algunas de las cosas que se mencionaron son naturales en ti? ¿O has visto un crecimiento en tu vida en estas áreas? viernes, enero 25 Versículos para Recordar: I Timoteo 4:12, “Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza.” (NVI) 2 Corintios 5:17, “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” (NVI) Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional.Angela VásquezAna StineJudith Hernandez

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