lunes, 28 de marzo de 2011
Marybeth Whalen
Miembro del Equipo de conferencistas

Versículo clave:

¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?  Mateo 6:27 (NVI)

Lectura:

Los recientes aumentos en el precio de la gasolina. Un mercado inmobiliario que se derrumba. Una bolsa de valores que fluctúa de manera dramática. Récord en las ejecuciones hipotecarias. Inflación. Rescate de los bancos y negociaciones de último momento. Es difícil no percatarse de la confusión económica que nuestro país ha estado enfrentando en los últimos meses. También es difícil no sentir ansiedad cuando vemos los últimos reportajes en las noticias. ¿Cuándo saldremos de esto? ¿Hasta dónde llegarán las cosas? Y no obstante, Jesús nos dijo que no nos preocupáramos por nada. Puede que ahora mismo nos estemos preguntando: ¿cómo no hacerlo?

Isaías 32:8 dice: “El noble, por el contrario, concibe nobles planes, y en sus nobles acciones se afirma». Parte de aprender a vivir sin preocuparse, como ordena Jesús, es comenzar a hacer planes sabios para nuestro futuro financiero. Dios no quiere que dejemos las cosas a la casualidad ni que neciamente pensemos que las cosas nunca van a cambiar. Los planes nobles se sostendrán en los tiempos más convulsos. Las acciones nobles se mantendrán aún cuando todo lo demás se esté derrumbando. 

Hace unos cinco años mi esposo y yo tomamos la decisión de hacer lo que fuera necesario para eliminar nuestra deuda y vivir libres financieramente. Cuando lo hicimos, comenzamos a vivir una vida que era muy diferente del status quo. No puedo decir que fue fácil, pero pusimos la mirada en nuestro plan y con la ayuda de Dios trabajamos en pro del futuro. Hoy respiramos con alivio al no estar donde estuvimos una vez. No tengo la menor duda de que si no hubiéramos hecho los cambios que hicimos hace cinco años, ahora mismo tendríamos un gran problema financiero. Los pagos mensuales de nuestra deuda serían demasiado encima del aumento significativo en el costo de la vida. 

Aunque ahora no tenemos deudas, todavía tenemos que mantener nuestro plan en acción para no caer en los viejos hábitos y reunir una nueva deuda. Cuando vendimos nuestra casa el verano pasado, algunos prestamistas nos dijeron que podíamos sufragar una casa mucho más grande de lo que estábamos esperando. Reconozco que era tentador comprar la gran «casa de nuestros sueños» y echar por la borda toda precaución, con la esperanza de que mi esposo siempre ganara su comisión y que pudiéramos “salir a flote”. Al orar por nuestra decisión, supimos que Dios no quería que hiciéramos eso. Compramos una casa que era una opción mucho mejor desde el punto de vista financiero. No era la solución "divertida” y la casa que compramos no era lujosa ni impresionante. Y no obstante, a medida que vemos el decadente cuadro financiero de nuestro país, sabemos con certeza que tomamos la decisión correcta. Al seguir las pautas de Dios y buscar su voluntad, hemos experimentado la libertad de ser capaces de pisar un terreno financiero firme. Si lo hubiéramos hecho por nuestra cuenta, ahora estaríamos en un gran lío.

Este momento de nuestra nación puede verse como devastador o como un llamado de alerta necesario. ¿Ya llamó tu atención? ¿Estás buscando soluciones para tus problemas de dinero? Podemos dejar que nos sacuda o podemos dejar que nos sirva de ímpetu para hacer planes nobles, planes que estén alineados con el diseño de Dios para nuestros gastos, nuestros ahorros y nuestros diezmos. Podemos inscribirnos en una clase en la iglesia o comprar recursos que nos ayuden a crear por fin un presupuesto o a evaluar nuestros hábitos en cuanto a gastar. Podemos hablar con nuestros hijos acerca de reducir nuestro estilo de vida. 

Podemos acercarnos más a nuestro cónyuge y orar juntos para que Dios nos guíe mientras navegamos por estos tiempos de incertidumbre. Más que nada, podemos descubrir una nueva dependencia de Dios como nuestro proveedor, nuestro protector y la fuente de nuestra paz, independientemente de lo que digan los informes financieros. 

Amado Señor, quiero vivir una vida responsable en cuanto a las finanzas. Quiero honrarte con las decisiones financieras que tome y hacer planes que reflejen tu propósito en mi vida. Ayúdame a buscarte en mis finanzas al igual que hago con el resto de mi vida. En el nombre de Jesús, Amén.

Pasos para la aplicación:
Pídale al Señor que te ayude ser responsible en tus finanzas. 

Haz una lista de compras antes de salir al mercado. Solamente compre lo que has puesto en tu lista. 

Tal vez tienes un don que puedes compartir con una amiga. En vez de gastar dinero ayuden se una a la otra.

Recursos relacionados:

Cuando compras algún recurso a través de los Ministerios Proverbios 31 dejas una marca en la eternidad porque tu compra apoya las diversas esferas que sin costo alguno ofrece este ministerio para dar esperanza. Quisiéramos competir con los precios que ofrecen los enormes almacenes que venden en línea, pero sencillamente no podemos hacerlo. Por lo tanto, agradecemos muchísimo todas y cada una de las compras que hagas con nosotros. ¡Gracias!




Puntos para reflexionar:

¿Qué paso puedes dar hoy que te ayudará en tu futuro financiero?

¿Está Dios tocándote para que hagas cambios en tu manera de gastar o en la manera en que ves tu dinero?

¿Tienes un plan noble para tus finanzas que puede servir de consuelo en estos tiempos inciertos?


Versículos que te darán fuerza:

1 Timoteo 6:9: «Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y se vuelven esclavos de sus muchos deseos. Estos afanes insensatos y dañinos hunden a la gente en la ruina y en la destrucción». (NVI)

Proverbios 20:18a: «Afirma tus planes con buenos consejos». (NVI)

Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional.
Natasha Curtis
Waleska Nickerson
Veronica Young

© 2010  de Marybeth Whalen. Todos los derechos están reservados.
lunes, 21 de marzo de 2011
Renee Swope                                                                                                                         Miembro Miembro del Equipo de conferencistas                                                  de Proverbios 31, Ministerios para la mujer                         

Proverbios 25:11 “Como manzanas de oro en engastes de plata es la palabra dicha a su tiempo.” (LBDLA)

Lectura:

¿Alguna vez alguien te dijo unas palabras que te ayudaron a ver algo de valor o único acerca de ti que nunca antes habías visto?

Eso es lo que sucedió entre Jill y Leanne. Se conocieron cuando Jill era la entrenadora del equipo de baloncesto y la hija de Leanne que tenía 13 años y se llamaba Shelby era parte del equipo. Varios años más tarde, cuando estaba en la escuela secundaria, Shelby se lesionó gravemente y Jill le dio ánimo, oró por ella y le envió notas con las palabras más precisas y justas, las que Shelby necesitaba oír.

Un día, Leanne le envió una carta a Jill agradeciéndole por la gran influencia que ella estaba teniendo en la vida de su hija. En esa carta, Leanne describió las excelentes cualidades que había notado en Jill y se refirió a ella como una "luz resplandeciente" que brillaba en la vida de muchas personas, incluyendo en la de ella.

Leanne no sabía que unos meses más tarde, Jill se iría a su departamento vacío una noche invadida por dudas, cuestionándose el propósito de su vida. Luchando contra la depresión clínica y viviendo bajo el peso de sentirse inútil, Jill contempló la idea de suicidarse. Esa noche mientras se cuestionaba su destino, Jill abrió su diario íntimo para escribir en él y una nota se cayó del mismo. Cuando Jill la abrió, volvió a leer las palabras de Leanne.

Dios usó las palabras de Leanne para demostrarle a Jill que ella tenía un propósito en esta vida por el cual valía la pena vivirla. Las palabras precisas en el momento preciso.

Cuando otra mujer nos anima con palabras que van directo al corazón, el curso de nuestras vidas puede cambiar para siempre. Y cuando creemos en otra persona, Dios nos usa para transmitir seguridad y confianza a un alma que de otra forma hubiera sido paralizada por la duda y la inseguridad.

Nunca me voy a olvidar de mi amiga Janet que me agradeció por unas palabras que le había escrito directamente desde mi corazón al de ella en una tarjeta de agradecimiento. Para mí era una simple tarjeta de agradecimiento, pero para ella significó mucho más. A través de algo que le dije, Dios le tocó el corazón. Y como resultado, ella me animó a escribir más notas. Sus oraciones y seguridad en sí misma a la larga inspiraron a esta insegura madre joven a escribir un estudio de la Biblia.

Dios utilizó ese pequeño estudio bíblico, escrito hace más de 10 años, para desarrollar a la futura escritora que había en mí. Él utilizó a una mujer que creyó en mí más que yo misma para ayudarme a dar el primer paso.

Las palabras precisas en el momento preciso.

Quizá hoy necesites oír esas palabras. Si es así, permite que Dios te las pronuncie a través de Sus promesas:

Porque tú eres [una mujer] de linaje escogido, real sacerdocio, [una hija] santa. Le perteneces al mismísimo Dios. Como resultado, le puedes demostrar a otros la bondad de Dios, porque Él te llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9 (NVI)

"Pero ahora, así dice el Señor, el que te creó, Jacob, el que te formó, Israel: «No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío." Isaías 43:1 (NVI)

Porque [tú] eres una obra maestra de Dios. Él te ha creado [a ti] en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que [tú] las pongas en práctica. Efesios 2:10 (NVI)

Sin embargo, en todo esto [tú] eres más que vencedor[a] por medio de aquel que te amó [a ti]. Romanos 8:37 (NVI)

Las palabras precisas en el momento preciso.

Permite que las promesas de Dios se asienten en aquellas zonas de tu corazón que necesitan ánimo hoy. Y luego pregúntale a Jesús cómo podrías compartirlas. Quizá haya alguien en tu vida que las necesite más que nunca.

Amado Señor, necesito tu ánimo cada día. Guíame a tus promesas en Tu Palabra para que me fortalezcan cuando me siento cansada y me edifiquen cuando me siento destruida. Ayúdame a ver y creer lo que Tú ves en mí, y luego compartirlo con otras personas. Te ruego que me des las palabras precisas para el momento preciso. En el nombre de Jesús, Amén.

Pasos para la aplicación:

Haz una lista de cinco personas en tu vida quienes podran usar palabras de ánimo. 

Toma cinco minuos cada dia durante esta semana para animar a cada persona.

Escribe una carta de ánimo para estas personas. 

Deja un mensaje de voz con una oración corta en el teléfono de su amiga.

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Puntos para reflexionar:
¿Entiendo el poder de mis palabras para hablar esperanza y ánimo sobre las vidas de otros, y también sobre la vida mía?  

¿Cuántas veces lleno mi mente con las palabras piadosas de ánimo para conocer Sus pensamientos y estar  lista  para animar a otros?

Versículos que te darán fuerza:

Isaiah 50:4, “El Señor omnipotente me ha concedido tener una lengua instruida, para sostener con mi palabra al fatigado. Todas las mañanas me despierta, y también me despierta el oído, para que escuche como los discípulos.” (NVI)

© 2010  de Renee Swope. Todos los derechos están reservados.     
Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional:

Wendy Bello, editora                                                           Judith Hernández                                                                              Ana Stine                                                                               Natasha Curtis                                                              Waleska Nickerson                                                                                                                       Veronica Young

                                      




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