lunes, 29 de agosto de 2011
Wendy
Pope
Miembro
del Equipo de conferencistas
de Proverbios
31, Ministerios para la mujer
"Él, en cambio,
conoce mis caminos; si me pusiera a prueba, saldría yo puro como el oro…" Job 23:10 (NVI)
Lectura:
Más que cualquier otra cosa una
madre debe desarrollar la habilidad de mirar a su hijo.
Mi hijo de solo cuatro años de edad, quería por
todos los medios caminar solo desde el estacionamiento hasta la escuela,
recorrer completamente esta distancia sin que yo lo acompañara. Pero el
espíritu independiente de mi hijo, el tráfico continuó del estacionamiento de
la escuela y yo, no nos llevábamos muy bien. Mi hijito no podía entender por
qué yo tenía que caminar con él. Yo no quería quebrantar su autoestima. Además debía asegurarme de que llegara
salvo. Así que me dedique a crear un
plan que lo hiciera pensar que estaba
caminando solo.
Tan pronto llegáramos al estacionamiento se desabrocharía su cinturón de seguridad, se colocaría su mochila y bajaría del carro a esperarme. Juntos miraríamos si venían carros o no, y esperaríamos el momento oportuno para que pasara la calle hasta la escuela con seguridad. Yo vigilaría, por un momento parada en el carro, cómo pasaba la calle a una señal mía, no le quitaría los ojos de encima hasta que pasara. Así lo hicimos y fue maravilloso ver como crecía su confianza mientras hacíamos esto cada mañana. Yo estaba lista para protegerlo sin que se diera cuenta.
Hoy en mi estudio Bíblico descubrí algunos versículos relacionados con esto y mi corazón se estrujó contra mi pecho mientras los leía. Sabía que Dios había preparado esto para mí. En los momentos de confusión y debilidad, Él sabía qué camino estaba escogiendo. Él estuvo allí todo el tiempo para protegerme, sin que yo lo supiera. Así yo también protegí a mi hijo incluso cuando él no lo sabía.
Tan pronto llegáramos al estacionamiento se desabrocharía su cinturón de seguridad, se colocaría su mochila y bajaría del carro a esperarme. Juntos miraríamos si venían carros o no, y esperaríamos el momento oportuno para que pasara la calle hasta la escuela con seguridad. Yo vigilaría, por un momento parada en el carro, cómo pasaba la calle a una señal mía, no le quitaría los ojos de encima hasta que pasara. Así lo hicimos y fue maravilloso ver como crecía su confianza mientras hacíamos esto cada mañana. Yo estaba lista para protegerlo sin que se diera cuenta.
Hoy en mi estudio Bíblico descubrí algunos versículos relacionados con esto y mi corazón se estrujó contra mi pecho mientras los leía. Sabía que Dios había preparado esto para mí. En los momentos de confusión y debilidad, Él sabía qué camino estaba escogiendo. Él estuvo allí todo el tiempo para protegerme, sin que yo lo supiera. Así yo también protegí a mi hijo incluso cuando él no lo sabía.
Le di las gracias por ser omnipotente, lo alabé
por su provisión.
En las circunstancias por las que estés pasando hoy, en los eventos que estés viviendo, consuélate en saber esto: Él sabe el camino que tomas. Descansa en esta promesa: "Él, en cambio, conoce mis caminos; si me pusiera a prueba, saldría yo puro como el oro." (Job 23:10) Confía en sus palabras como en tu pan diario. "No me he apartado de los mandamientos de sus labios; en lo más profundo de mi ser he atesorado las palabras de su boca." (Job 23:12)
Señor, gracias por ser El Roi, el Dios que ve. Esto me trae consuelo y
conocimiento de que tú sabes y preparas el camino para que yo ande. En el
nombre de Jesús, amén.
Pasos para la
aplicación:
Siéntate
y calladamente reflexiona en que Dios te protege como El Roi. Lleva un diario
de lo que Dios te revele. Canta una canción para alabarlo por su provisión.
Recursos relacionados:
Cuando compras algún
recurso a través de los Ministerios Proverbios 31 dejas una huella en la
eternidad porque tu compra apoya las diversas esferas que sin costo alguno
ofrece este ministerio para dar esperanza. Quisiéramos competir con los precios
que ofrecen los enormes almacenes que venden en línea, pero sencillamente no
podemos hacerlo. Por lo tanto, agradecemos muchísimo todas y cada una de las
compras que hagas con nosotros. ¡Gracias!
Puntos para reflexionar:
¿Cómo sé que Dios me enseña?
¿Cómo doy gracias a Dios por su provisión?
¿Comparto con algunas personas lo que Dios ha hecho por mí?
¿Cómo doy gracias a Dios por su provisión?
¿Comparto con algunas personas lo que Dios ha hecho por mí?
Versículos que te
darán fuerza:
Salmos 121:3." No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida. (NVI)
Salmos 121:5, "El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora…" (NVI)
Salmos 121:8, "El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre. " (NVI)
© 2011 de Wendy Pope. Todos los
derechos están reservados.
Gracias por su ayuda en la traducción de este
devocional.
Natasha
Curtis
Veronica Young
lunes, 22 de agosto de 2011
Amy Carroll
|
Salmos
25:16, “Vuelve a mí tu rostro y tenme compasión, pues me
encuentro solo y afligido.” (NVI)
Lectura:
Sola. Es una
palabra que nunca pensé que usaría para describirme a mí misma, pero es así exactamente
como me sentía.
Durante muchos
años, después de una mudanza que me costó mucho hacer, me sentí sola.
Siempre había
tenido buenas amigas, y la ausencia de una amistad íntima me estaba lastimando
el corazón. Añoraba tener a alguien con quien pudiera encontrarme
espontáneamente para ir a tomar in café, o alguien con quien intercambiar mis
muchas palabras diarias en una conversación telefónica. Anhelaba contar con una
mujer que me escuchara y a la vez que compartiera conmigo sus historias.
Con el tiempo,
aprendí mucho acerca de cómo restablecer las amistades, y la mayoría de los
días me siento conectada y satisfecha. Sin embargo, hace poco leí un artículo
publicado por el periódico USA Today que incluía información de un estudio
fascinante pero triste. Este estudio, publicado por la American Sociological
Review, citaba estadísticas que demostraban que la mitad de los estadounidenses
solo cuentan con dos buenos amigos. Aún más desgarrador es que uno de cada
cuatro estadounidenses dice que no tiene ningún buen amigo.
Ni siquiera uno.
Eso demuestra que hay muchísimas almas solas y corazones que duelen.
Entonces, ¿cómo
podemos solucionar esta epidemia?
Si te sientes
sola…
Este es el consejo que me di a mí misma miles de veces en los días de soledad porque estos consejos son verdaderos. Cuando no tienes una amiga, SÉ para otras mujeres la amiga que a ti te gustaría tener.
Había cosas que
me repetía una y otra vez durante los momentos difíciles. “Amy,” me decía a mí
misma…
• “¿Te gustaría
contar con una amiga que se tomara el tiempo de mostrarte que le importas
levantando el teléfono y llamándote para preguntarte cómo fue tu día? Entonces
levanta el teléfono, llama a alguien y pregúntale cómo fue su día.”
• “¿Te gustaría
contar con una amiga de confianza a quien puedas confiarle tus cosas? Entonces
sé una persona de confianza.”
• “¿Te gustaría
contar con una amiga que te preguntara si quieres ir de compras (o a ver una
película, o a dar un paseo...) sin pensarlo dos veces? Entonces pídele a
alguien que te acompañe cuando haces esas cosas.”
A veces es más
fácil quedarse aislada que tratar de alcanzar a otra persona, especialmente si
te han herido muchas veces. Yo lo sé bien. Pero quiero animarte a que alcances
a otra mujer, que demuestres amor e interés por el prójimo.
Dios me enseño
tanto durante la soledad. Aprendí a depender más de Él. Aprendí a apreciar más
la amistad de mi familia. Puse más atención en algunas cosas de mí que no eran
tan buenas y puse mucho empeño en cambiarlas.
Durante tiempos
de soledad, haz un esfuerzo mayor por conectarte con Dios y el prójimo. Hay
tanto que aprender en estos momentos.
Si no te sientes
sola…
Recuerda que hoy en día hay muchos que se sienten muy solos. Recuerda que una de cada cuatro mujeres diría que no tiene ni una sola amiga íntima. Piénsalo en términos de tu vecindario. Si hay 40 mujeres que viven cerca de ti, hay 10 que creen que no tienen ni una sola amiga en este mundo. ¿Podría ser que Dios te esté llamando a ser esa amiga?
Busca formas de
abrir tu círculo de amistades para incluir a nuevas personas. Presta atención a
esa nueva mujer en tu iglesia que se sienta sola, la mujer en el trabajo que
almuerza sola, o la vecina que parece que nunca la invitan. Hoy debes alcanzar
a una nueva persona, y formar parte de la iniciativa de que hoy haya una vida
que deje de sentirse sola.
Amado Señor, tú eres el amigo que es más cercano
que un hermano. En este momento de soledad y aparente falta de amistades,
muéstrame lo valiosa que puede ser una amistad contigo. Enséñame todo lo que
necesito aprender durante esta etapa de mi vida. ¿Puedes también prepararme una
amiga y prepararme a mí para ser una amiga valiosa y de confianza para otra? En
el nombre de Jesús, Amén.
Recursos relacionados:
Cuando
compras algún recurso a través de los Ministerios Proverbios 31 dejas una huella
en la eternidad porque tu compra apoya las diversas esferas que sin costo
alguno ofrece este ministerio para dar esperanza. Quisiéramos competir con los
precios que ofrecen los enormes almacenes que venden en línea, pero
sencillamente no podemos hacerlo. Por lo tanto, agradecemos muchísimo todas y
cada una de las compras que hagas con nosotros. ¡Gracias!
Visita Aventuras de fe para examinar cómo podrías levantarte a ser mujer digna,
caminando con confianza y autoridad.
Pasos para la aplicación:
Si te sientes
sola, toma la iniciativa de rodearte de gente con quienes tengas cosas en
común. Inscríbete en una clase, club de lectura o grupo para mujeres de tu
iglesia.
Si tienes un
círculo cerrado de amigas, planea un encuentro que incluya amigas nuevas y
viejas. (¿Recuerdas la vieja canción de las exploradoras? “Haz nuevas amigas
pero conserva las viejas amigas. ¡Una es de plata pero la otra es de oro!”)
Puntos para reflexionar:
¿Es Dios
realmente mi mejor amigo?
¿Le he permitido
que Él sea suficiente para mí?
¿Qué me puede
enseñar Él durante mi soledad acerca de la amistad?
¿Cuándo fue la
última vez que incluí una nueva persona en mi círculo de amigos?
Versículos que te darán fuerza:
Proverbios 17:17,
“En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano.”
(NVI)
Eclesiastés 4:10,
“Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!”.
(NVI)
© 2011 de Amy
Carroll. Todos los derechos están reservados.
Gracias por su
ayuda en la traducción de este devocional.
Wendy Bello, editora
lunes, 15 de agosto de 2011
Glynnis Whitwer
Miembro
del Equipo de conferencistas
de Proverbios
31, Ministerios para la mujer
Lectura:
Como una voluntaria del ministerio de niños en mi
iglesia, noté un comportamiento similar en los hijos de los pastores y los
empleados, caminaban con autoridad y confianza por todos lugares en la iglesia.
Tenían bien claro en sus mentes que, si su papá era el dueño del lugar en donde
estaban, entonces ellos podían ir de un lugar a otro sin que nadie se los
impidiera.
Yo entendía bien esta mentalidad ya que cuando era adolescente, mi mamá trabajaba como directora de la oficina en nuestra iglesia pequeña. Recuerdo, aunque era una jovencita, que me sentía orgullosa del papel que desempeñaba mi mamá como directora. Me daba un sentido de confianza y autoridad. Un niño pequeño adquiere confianza cuando se identifica con sus padres.
Yo entendía bien esta mentalidad ya que cuando era adolescente, mi mamá trabajaba como directora de la oficina en nuestra iglesia pequeña. Recuerdo, aunque era una jovencita, que me sentía orgullosa del papel que desempeñaba mi mamá como directora. Me daba un sentido de confianza y autoridad. Un niño pequeño adquiere confianza cuando se identifica con sus padres.
Hoy, tú y yo, hijas del Dueño y el Rey del universo,
podemos caminar a través de este mundo con confianza, porque nuestra identidad está
en el Padre Celestial.
Como hijas del máximo Rey tenemos el privilegio de acceder al trono de nuestro Padre con nuestras peticiones en oración. Sin embargo, por alguna razón, no utilizamos este recurso maravilloso.
De hecho, actuamos como huérfanas, con miedo de pedir mucho y ser codiciosas. Pero la verdad es que tenemos un padre quien “está dispuesto hacer mucho más allá de lo que te puedas imaginar” (Efesios 3:20 NVI). Jesús nos dice en Mateo 8:11: “Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!” (NVI)
Necesitamos pensar como reinas y enseñarles a nuestros hijos que piensen como reyes, siempre caminando en confianza y pensando con autoridad. En realidad yo agregaría que requerimos pensar como las hijas del Rey. Es necesario estar convencidas de que Dios está dispuesto a hacer cualquier cosa por nosotras.
Precisamos caminar con confianza y pedir sabiendo que nuestra identidad está fundada en ser amadas por un Padre espiritual generoso quien nos escogió para darnos cosas buenas y regalos maravillosos.
Como hijas del máximo Rey tenemos el privilegio de acceder al trono de nuestro Padre con nuestras peticiones en oración. Sin embargo, por alguna razón, no utilizamos este recurso maravilloso.
De hecho, actuamos como huérfanas, con miedo de pedir mucho y ser codiciosas. Pero la verdad es que tenemos un padre quien “está dispuesto hacer mucho más allá de lo que te puedas imaginar” (Efesios 3:20 NVI). Jesús nos dice en Mateo 8:11: “Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!” (NVI)
Necesitamos pensar como reinas y enseñarles a nuestros hijos que piensen como reyes, siempre caminando en confianza y pensando con autoridad. En realidad yo agregaría que requerimos pensar como las hijas del Rey. Es necesario estar convencidas de que Dios está dispuesto a hacer cualquier cosa por nosotras.
Precisamos caminar con confianza y pedir sabiendo que nuestra identidad está fundada en ser amadas por un Padre espiritual generoso quien nos escogió para darnos cosas buenas y regalos maravillosos.
Padre celestial, gracias por escogerme a mí y adoptarme
dentro de tu familia. Tu amor es arrollador. Dame un corazón audaz y confiado,
que viene de conocer mi identidad y ser amada por ti. En el nombre de Jesús,
Amén.
Pasos para la
aplicación:
Reflexiona si tu identidad y confianza están fundadas en tus propias habilidades o en tu relación personal con Dios.
Identifica aquellas esferas de tu vida en las que confías
más en tus propias fuerzas.
Decide entregar por completo esas esferas y necesidades
ante nuestro Padre Celestial.
Recursos relacionados:
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eternidad porque tu compra apoya las diversas esferas que sin costo alguno
ofrece este ministerio para dar esperanza. Quisiéramos competir con los precios
que ofrecen los enormes almacenes que venden en línea, pero sencillamente no
podemos hacerlo. Por lo tanto, agradecemos muchísimo todas y cada una de las
compras que hagas con nosotros. ¡Gracias!
Visita Aventuras de fe para examinar cómo podrías levantarte a ser mujer digna,
caminando con confianza y autoridad.
Puntos para
reflexionar:
Recuerda los tiempos en que Dios fue abundante contigo.
¿Qué es lo que más le pides comúnmente a Dios en tus
oraciones?
Si pudieras hacer una pregunta a Dios sobre cualquier cosa, ¿cuál sería?
Si pudieras hacer una pregunta a Dios sobre cualquier cosa, ¿cuál sería?
¿Crees que Dios responde todas las oraciones con un “sí”?
¿Crees que hay alguna cosa que esté estorbando tus oraciones?
Versículos que te
darán fuerza:
Salmo 89:1, "Oh Señor, por siempre cantaré la grandeza de tu amor; por todas las generaciones proclamará mi boca tu fidelidad." (NVI).
Mateo 7:7-8, "Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!” (NVI)
2 Corintios 8:9, "Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegarán a ser ricos." (NVI)
© 2011 de Glynnis Whitwer. Todos los derechos están reservados.
Gracias por su
ayuda en la traducción de este devocional.
Wendy Bello, editora
Natasha Curtis
Veronica Young
lunes, 8 de agosto de 2011
"La boca del hombre recto pronuncia sabiduría, y su
lengua habla de lo que es justo. La ley de Dios está en su corazón; sus pies no
resbalar." Salmo 37:30-31
(NVI)
Lectura:
Creo que he descubierto
uno de los mayores trucos que Satanás usa con nosotras para que entremos en
tentación.
"No es justo".
No es justo que a otros parezca permitírseles tener esto, tener aquello, actuar
de esta manera.
No es justo que Dios no
nos permita comer del fruto prohibido…un pequeño bocado no es malo, ¿cierto?
No es justo que no pueda
comprar esa cartera nueva que deseo tanto…una pequeña deuda no es tan mala,
¿cierto?
No es justo que tenga
este cuerpo, y cuidar todo lo que ingiere, mientras que mi vecina puede comer
todo lo que quiere y se mantiene en la talla 4… un pedazo del pastel de queso
no sería tan malo, ¿cierto?
No es justo que no
podemos tener sexo antes de casarnos cuando estamos tan enamorados…experimentar
una vez no es tan malo, ¿cierto?
Nuestro cuerpo carnal se
cree la mentira de Satanás de que no es justo que se nos retengan ciertas
cosas. Así que tomamos un bocado del fruto prohibido y permitimos que Satanás
escriba “vergüenza” en nuestro corazón. Una vez hayas probado del fruto prohibido,
lo anhelarás mucho más de lo que lo anhelaste antes, y así darás más y más
poder a la tentación. Y con poder suficiente, la tentación empieza a consumir
nuestros pensamientos, redirigir nuestras acciones y exige nuestra adoración.
La tentación no acepta muy bien el tener hambre.
No sé lo que hoy te esté
tentando; pero conozco personalmente este círculo vicioso y estoy aquí para
darte la esperanza de que sí es posible superarlo. El solo escribir esa frase
me da escalofríos. Hace solo un par de meses me preguntaba si alguna vez esto
sería cierto para mí.
Yo he estado en un plan
de dieta muy estricto desde abril. Parte de ese plan es nada de azúcar en mi
dieta. No suena tan malo hasta que te das cuenta de que hay azúcar en casi todo
lo que nos gusta comer. Pan, pasta, papas, arroz y sin mencionar todas las
cosas deliciosas de las panaderías.
De seguro ha sido
desafiante algunas veces; pero hace poco mientras estaba de vacaciones y veía a
otros gozar de una gran cantidad de golosinas, empecé a tener lástima de mí
misma y esas palabras se deslizaron en mi mente: "No es justo". En
ese instante, me retorcí en mi silla y pensé, "sólo un pequeño bocado… tal
vez dos… me he portado tan bien… estoy de vacaciones… y todo el mundo está
disfrutando...
¡AY, AY, QUÉ ESTÁS HACIENDO, LYSA!
En ese momento de
tentación extrema, me di cuenta de que tener lástima era un indicio de que
estaba confiando en mi fuerza… una fuerza que me ha fallado antes y me fallaría
otra vez. Tuve que aferrarme a la fuerza de Dios y la única manera de hacerlo
fue invitar su poder a mi situación.
Mentalmente le entregué mi situación a
Dios, recitando verdades que había depositado en mi corazón. "Yo soy más
que vencedora. No me dejes caer en la tentación, sino LÍBRAME del maligno. La
ley de Dios está en su corazón; sus pies no resbalarán."
Pronto, era hora de
levantarme de la mesa y regresar a mi habitación. Y nunca me había sentido tan
poderosa. Si hubiera dicho, “sí” en la primera noche de nuestras vacaciones,
habría hecho muchas más concesiones en otras comidas. Una concesión tras otra
equivale al fracaso. En cambio, resistir la tentación permitió que promesa tras
promesa se edificaran en mi corazón, y eso es igual a poder del Espíritu Santo.
Como dije antes, no sé
con lo que pudieras estar luchando hoy, pero te puedo asegurar que Dios es
justo y recto. Hay una razón por la cual debemos enfrentar esto. La lucha puede
ser dolorosa en el momento, pero realiza algo magnífico dentro de nosotros.
Santiago 1 nos promete: “Considérense muy
dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que
la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz
término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada.”
Oh, querida hermana, ese
es el grito de mi alma. Mis papilas gustativas mienten, mientras hacen reclamos
vacíos para satisfacerme. Sólo perseverando con Dios me hará sentir realmente
satisfecha, completa, sin que me falte nada. Sigue adelante, hermana. Sigue
adelante.
Amado Señor, Ayúdame a ver mi sacrificio a la luz de tu
verdad. La verdad es que este sacrificio es una parte necesaria de mí búsqueda
de ti, el único y verdadero cumplimiento y satisfacción de mi cuerpo, mente y
alma. Dame fuerzas, Señor. Recuérdame depender solo de tu verdad y tu Espíritu
para que me den fuerzas a cada momento. En el nombre de Jesús, Amén.
Pasos para la
aplicación:
Escribe en tarjetas
algunos de los versículos que Lysa ofrece aquí
y llévalas contigo siempre. Recítalas
una y otra vez cuando enfrentes tentación, y persevera en resistir.
Recursos
relacionados:
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sencillamente no podemos hacerlo. Por lo tanto, agradecemos muchísimo todas y
cada una de las compras que hagas con nosotros. ¡Gracias!
Puntos para reflexionar:
Qué significa esta
declaración para ti, a nivel personal: "Una concesión tras otra equivale
al fracaso. Pero promesa tras promesa es igual a éxito".
Versículos que te
darán fuerza:
Salmos 73:26, “Mi carne
y mi corazón pueden desfallecer, pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi
porción para siempre.” (LBLA)
© 2011 de Lysa
Terkeurst. Todos los derechos están reservados.
Gracias por su
ayuda en la traducción de este devocional.
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