martes, 15 de noviembre de 2011
“Pero ustedes no tendrán que intervenir en esta batalla. Simplemente,
quédense quietos en sus puestos, para que vean la salvación que el Señor les
dará. ¡Habitantes de Judá y de Jerusalén, no tengan miedo ni se acobarden!
Salgan mañana contra ellos, porque yo, el Señor, estaré con ustedes." 2 Crónicas
20:17 (NVI)
Lectura:
Cabello largo…puede ser una realidad para muchas
mujeres pero una batalla para otras.
En varias ocasiones de mi vida, he tratado de dejar
que mi cabello crezca un poco más debajo de mis hombros, pues quiero lucir un
poco más femenina.
En un determinado mes, usualmente en el verano,
comienzo mi tarea de no cortarlo.
En una ocasión lo medía cada semana y hasta cada
tercer día. Para ver si crecía. ¿Qué obsesión, no? Mi obsesión era tal, que lo
alisaba para hacerlo ver más largo, me lo cepillaba muchas veces todos los días
y sin embargo, entre más me fijaba en el proceso, menos veía el resultado.
Parecía que no pasaba nada, que mi cabello estaba estancado en un solo lugar.
El otro día me llevé una gran sorpresa cuando me
detuve a mirarme al espejo, a mirar mi cabello y sin saber cómo, sin darme
cuenta, mi cabello está mas largo que lo que estaba antes cuando estaba tan
enfocada en el crecimiento del mismo.
Con este ejemplo Dios me mostró cuántas veces he
tratado de interferir en los procesos que son naturales y en lo que Él tiene
para mí. Quiero ver los resultados de sus promesas y hago lo que no tengo que
hacer, en el tiempo que no lo tengo que hacer, cuando lo único que debo hacer
es estar quieta, alabarle y ver lo que Él puede hacer en mi vida.
Sara, la esposa de Abraham, es bien conocida por eso. Ella sabía que tenía una promesa. Sabía que quería ver el cumplimiento de la promesa. Quería ver los resultados y por eso hizo algo que no debía hacer. Trató de controlar una situación que estaba fuera de su alcance (Génesis 16:1-3) cuando lo único que Sara debía hacer era estar quieta, esperar, y ver lo que Jehová haría.
Así como el crecimiento de mi cabello, que yo no lo
puedo controlar, hay muchas cosas en medio de mis circunstancias que no puedo
controlar, que no puedo cambiar. Pero si hago lo que yo debo hacer, alabar a
Dios y esperar en Él, entonces veré los
resultados que Dios ya tiene pre-determinados para mi vida.
Algunas veces nos fijamos tanto en los resultados que
queremos lograr, o en el cumplimiento de las promesas de Dios, que olvidamos
disfrutar el proceso.
Olvidamos quedarnos quietos y esperar en Dios,
quedarnos quietos y saber que Él es Jehová y que la salvación y el resultado
vendrán de parte de Él.
En el versículo de hoy, el rey Josafat estaba
desesperado por la situación en la que se encontraba, acorralado, asustado, y
sin esperanza. Una gran multitud muy poderosa venía contra su ejército. El rey se humilló delante de Dios y pidió
dirección. Dios respondió: “quédense quietos en sus puestos, para que vean la
salvación que el Señor les dará”.
Sé que para mí a veces es difícil estar quieta y
confiar en Jehová, pero muchas veces eso es todo lo que debo hacer. El rey
Josafat vio cómo Dios, de una manera sobrenatural, venció a sus enemigos.
En esta ocasión fue mi batalla con el cabello, pero
muchas veces tengo situaciones con mis finanzas, con mis hijos, con mi esposo
y en el trabajo que deseo controlar, pero
lo único que debo hacer es estar quieta y ver la salvación que el Señor me dará.
Mi cabello hoy está más largo de lo que había podido
tener antes, y lo único que hice fue estar quieta y esperar.
Amado Padre, te alabo porque, aunque nosotros estemos
quietos, tú siempre estás trabajando. Señor, ayúdame a estar quieta cuando
tengo que estar quieta y esperar en ti, para poder ver tu poder sobrenatural
manifestarse y poder ver tu promesa cumplida. En el nombre de Jesús, Amén.
Pasos para la aplicación:
- Identifica las diferentes esferas en las que no has esperado y has tratado de tomar control de la situación.
- Revisa tus acciones en situaciones pasadas y determina si te ha sido difícil esperar en la intervención de Dios. ¿Por qué?
Recursos relacionados:
Cuando compras algún
recurso a través de los Ministerios Proverbios 31 dejas una huella en la
eternidad porque tu compra apoya las diversas esferas que sin costo alguno
ofrece este ministerio para dar esperanza. Quisiéramos competir con los precios
que ofrecen los enormes almacenes que venden en línea, pero sencillamente no
podemos hacerlo. Por lo tanto, agradecemos muchísimo todas y cada una de las
compras que hagas con nosotros. ¡Gracias!
Puntos para reflexionar:
- ¿Has tratado de forzar situaciones para obtener los resultados que tú quieres?
- ¿Qué situación estás tratando de forzar en este momento, o de tomar tu propio control? Te invito a que estés quieta y veas lo que Jehová tiene para ti.
Versículos que te darán fuerza: Salmos 46:10 “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra”. (RVR1960)
© 2011 de Judith Hernández.
Todos los derechos están reservados
Gracias por su
ayuda editando este devocional.
Wendy Bello, editora
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