lunes, 30 de enero de 2012
Amigas,
Esta semana es una semana muy importante en la vida de Sabiduría Con Salsa. El jueves Waleska Nickerson nos va a ensenar un poco sobre como fuimos hechas para desear a nuestro Padre celestial. Te ofrecemos un estudio en línea de seis semanas del libro “Fui hecha para desear”. Un éxito de ventas del New York Times escrito por la presidenta de nuestro ministerio, Lysa TerKeurst, y que nos lleva a descubrir cómo llenar para siempre los espacios vacíos de nuestra vida.
El estudio comenzó el sábado 28 de enero en el blog de Waleska, Aventuras de fe. Allí encontrarás además del estudio bíblico, debates sobre los capítulos, apoyo en oración y el intercambio entre las participantes.
El estudio es completamente gratis y nos alegra mucho presentártelo. Si tienes amigas latinas a quienes les encantaría hacer este estudio, envíalas a la página Aventuras de fe. Entre tanto, estaremos orando por ustedes y por lo que el Señor va a hacer en nuestras vidas.
¡Nos vemos en Aventuras de fe!
YO SE COMO LO HICE
Van Walton
“… somos hechura de Dios, creado(a)s en Cristo Jesús…” Efesios 2:10 (NVI)
Lectura:
Mi esposo talentoso puede hacer cualquier cosa. Él es un hombre arréglalo-todo. No hay nada que no pueda reparar o crear. Él reconstruye computadoras dañadas para nuestra familia y amigos, repara herramientas de jardín, abre puertas de garajes y rescata muebles de la basura. Recientemente salió de una cena con una silla. No fue regalo. No la robó. ¡Alguien se sentó en ella y se quebró!
Después de dos días golpeando la silla, haciendo lo que a mí me parecía a cirugía ortopédica (como cuando insertan pernos y tornillos para impedir que los huesos y articulaciones sufran un daño mayor), seguido de un poco de pegamento, lijado y pintura, la silla parecía completamente nueva.
“¡Caramba!” dije, impresionada.
“Siéntate y échate hacia atrás.”
“¿Sentarme en esa silla? No lo creo. ¿Qué pasa si la rompo?”
“Ah, créelo. No la vas a romper. ¡Nunca!” respondió mi esposo con mucho orgullo.
“¿Y cómo lo sabes?”, le pregunté.
“Yo sé como la he diseñado. Conozco los puntos de apoyo y cuánta presión puede aguantar." Respondió él con una sonrisa de confianza. "Dale. Siéntate en ella y échate hacia atrás."
Me senté. Me eché para atrás, y nada. La silla se mantuvo fuerte. No creo que se vaya a romper, no importa quién se siente en ella.
Pienso en los tiempos cuando no creemos que podamos soportar más estrés. La presión parece abrumarnos, y lloramos: “¡No puedo más!”
Dios responde: “Confía en Mí. No serás destruida. Conozco tus puntos de apoyo y cuánto presión puedes aguantar Yo sé cómo te hice. Yo sé cómo te he diseñado.”
No puedo explicar la paz que sentí cuando comparé la obra de las manos de mi esposo con la obra de las manos de Dios.
Claro que Dios sabe cuánto puedo aguantar. Él es mi Creador, fue él quien se agachó junto al río y me formó con sus manos (Génesis 2:7). Él es él quien me tejió dentro del vientre de mi madre (Salmo 139:13), le llaman él Alfarero (Isaías 64:8).
Mi Dios sabe la temperatura exacta que necesita el horno para crear la vasija perfecta. Él sabe qué caliente debe estar el fuego para separar la escoria de la plata y oro. Él sabe cuánta presión un diamante o la esmeralda deben resistir para salir sólidos y brillantes. Y sabe cuánto tiempo debe permanecer en la ostra el agente irritante antes de que se convierta en una perla.
Mi Padre sabe exactamente cuánto puedo aguantar. Él lo sabe porque me diseñó. Al comprender eso puedo confiar en él y sonreír al futuro, no importa cuán difícil sea mi vida hoy.
Querido Jesús, no es casualidad que te conozcan como el Carpintero. Sabes exactamente cómo construir algo que aguante la presión y el estrés, una obra de arte que no se caerá fácilmente. Me has creado de la misma manera. En lugar de temblar ante la desesperación, ayúdame a confiar en tu diseño. En tu nombre, Jesús, te pido todo esto, Amén.
Recursos sugeridos:
Cuando compras algún recurso a través de los Ministerios Proverbios 31 dejas una huella la eternidad porque tu compra apoya las diversas esferas que sin costo alguno ofrece este ministerio para dar esperanza. Quisiéramos competir con los precios que ofrecen los enormes almacenes que venden en línea, pero sencillamente no podemos hacerlo. Por lo tanto, agradecemos muchísimo todas y cada una de las compras que hagas con nosotros. ¡Gracias!
¿Acepta a Jesús?
Más recursos (aquí se puede comprar el libro Fui hecha para desear)
Pasos para la aplicación:
Memoriza esta frase y repítela cuando te sientes caída: “Dios conoce mis puntos de apoyo y cuánto presión puedo aguantar. Él no dejará que me encuentre sin salida. Él sabe porque me diseñó.”
Puntos para reflexionar:
¿Qué me lleva al momento de desesperación?
¿Puedo confiar en Dios aunque tal vez tenga que soportar estrés y sentir presión antes de llegar a mi diseño final?
Versículos que te darán fuerza:
Malaquías 3:2-3, “Pues él será como un fuego abrasador que refina el metal o como un jabón fuerte que blanquea la ropa. Se sentará como un refinador de plata y quemará la escoria. Purificará a los levitas, refinándolos como el oro y la plata, para que vuelvan a ofrecer sacrificios aceptables al SEÑOR.” (NTV)
2 Corintios 4:7-9: “Pero esta riqueza la tenemos en nuestro cuerpo, que es como una olla de barro, para mostrar que ese poder tan grande viene de Dios y no de nosotros. Así, aunque llenos de problemas, no estamos sin salida; tenemos preocupaciones, pero no nos desesperamos. Nos persiguen, pero no estamos abandonados; nos derriban, pero no nos destruyen.” (DHH)
© 2012 de Van Walton. Todos los derechos están reservados.
Visítanos en nuestra página de facebook: El ministerio proverbios 31
Gracias por su ayuda editando este devocional.
Wendy Bello, editora
Judith Hernandez
Ana Stine
Natasha Curtis
Waleska Nickerson
Veronica Young
Esta semana es una semana muy importante en la vida de Sabiduría Con Salsa. El jueves Waleska Nickerson nos va a ensenar un poco sobre como fuimos hechas para desear a nuestro Padre celestial. Te ofrecemos un estudio en línea de seis semanas del libro “Fui hecha para desear”. Un éxito de ventas del New York Times escrito por la presidenta de nuestro ministerio, Lysa TerKeurst, y que nos lleva a descubrir cómo llenar para siempre los espacios vacíos de nuestra vida.
El estudio comenzó el sábado 28 de enero en el blog de Waleska, Aventuras de fe. Allí encontrarás además del estudio bíblico, debates sobre los capítulos, apoyo en oración y el intercambio entre las participantes.
El estudio es completamente gratis y nos alegra mucho presentártelo. Si tienes amigas latinas a quienes les encantaría hacer este estudio, envíalas a la página Aventuras de fe. Entre tanto, estaremos orando por ustedes y por lo que el Señor va a hacer en nuestras vidas.
¡Nos vemos en Aventuras de fe!
YO SE COMO LO HICE
Van Walton
“… somos hechura de Dios, creado(a)s en Cristo Jesús…” Efesios 2:10 (NVI)
Lectura:
Mi esposo talentoso puede hacer cualquier cosa. Él es un hombre arréglalo-todo. No hay nada que no pueda reparar o crear. Él reconstruye computadoras dañadas para nuestra familia y amigos, repara herramientas de jardín, abre puertas de garajes y rescata muebles de la basura. Recientemente salió de una cena con una silla. No fue regalo. No la robó. ¡Alguien se sentó en ella y se quebró!
Después de dos días golpeando la silla, haciendo lo que a mí me parecía a cirugía ortopédica (como cuando insertan pernos y tornillos para impedir que los huesos y articulaciones sufran un daño mayor), seguido de un poco de pegamento, lijado y pintura, la silla parecía completamente nueva.
“¡Caramba!” dije, impresionada.
“Siéntate y échate hacia atrás.”
“¿Sentarme en esa silla? No lo creo. ¿Qué pasa si la rompo?”
“Ah, créelo. No la vas a romper. ¡Nunca!” respondió mi esposo con mucho orgullo.
“¿Y cómo lo sabes?”, le pregunté.
“Yo sé como la he diseñado. Conozco los puntos de apoyo y cuánta presión puede aguantar." Respondió él con una sonrisa de confianza. "Dale. Siéntate en ella y échate hacia atrás."
Me senté. Me eché para atrás, y nada. La silla se mantuvo fuerte. No creo que se vaya a romper, no importa quién se siente en ella.
Pienso en los tiempos cuando no creemos que podamos soportar más estrés. La presión parece abrumarnos, y lloramos: “¡No puedo más!”
Dios responde: “Confía en Mí. No serás destruida. Conozco tus puntos de apoyo y cuánto presión puedes aguantar Yo sé cómo te hice. Yo sé cómo te he diseñado.”
No puedo explicar la paz que sentí cuando comparé la obra de las manos de mi esposo con la obra de las manos de Dios.
Claro que Dios sabe cuánto puedo aguantar. Él es mi Creador, fue él quien se agachó junto al río y me formó con sus manos (Génesis 2:7). Él es él quien me tejió dentro del vientre de mi madre (Salmo 139:13), le llaman él Alfarero (Isaías 64:8).
Mi Dios sabe la temperatura exacta que necesita el horno para crear la vasija perfecta. Él sabe qué caliente debe estar el fuego para separar la escoria de la plata y oro. Él sabe cuánta presión un diamante o la esmeralda deben resistir para salir sólidos y brillantes. Y sabe cuánto tiempo debe permanecer en la ostra el agente irritante antes de que se convierta en una perla.
Mi Padre sabe exactamente cuánto puedo aguantar. Él lo sabe porque me diseñó. Al comprender eso puedo confiar en él y sonreír al futuro, no importa cuán difícil sea mi vida hoy.
Querido Jesús, no es casualidad que te conozcan como el Carpintero. Sabes exactamente cómo construir algo que aguante la presión y el estrés, una obra de arte que no se caerá fácilmente. Me has creado de la misma manera. En lugar de temblar ante la desesperación, ayúdame a confiar en tu diseño. En tu nombre, Jesús, te pido todo esto, Amén.
Recursos sugeridos:
Cuando compras algún recurso a través de los Ministerios Proverbios 31 dejas una huella la eternidad porque tu compra apoya las diversas esferas que sin costo alguno ofrece este ministerio para dar esperanza. Quisiéramos competir con los precios que ofrecen los enormes almacenes que venden en línea, pero sencillamente no podemos hacerlo. Por lo tanto, agradecemos muchísimo todas y cada una de las compras que hagas con nosotros. ¡Gracias!
¿Acepta a Jesús?
Más recursos (aquí se puede comprar el libro Fui hecha para desear)
Pasos para la aplicación:
Memoriza esta frase y repítela cuando te sientes caída: “Dios conoce mis puntos de apoyo y cuánto presión puedo aguantar. Él no dejará que me encuentre sin salida. Él sabe porque me diseñó.”
Puntos para reflexionar:
¿Qué me lleva al momento de desesperación?
¿Puedo confiar en Dios aunque tal vez tenga que soportar estrés y sentir presión antes de llegar a mi diseño final?
Versículos que te darán fuerza:
Malaquías 3:2-3, “Pues él será como un fuego abrasador que refina el metal o como un jabón fuerte que blanquea la ropa. Se sentará como un refinador de plata y quemará la escoria. Purificará a los levitas, refinándolos como el oro y la plata, para que vuelvan a ofrecer sacrificios aceptables al SEÑOR.” (NTV)
2 Corintios 4:7-9: “Pero esta riqueza la tenemos en nuestro cuerpo, que es como una olla de barro, para mostrar que ese poder tan grande viene de Dios y no de nosotros. Así, aunque llenos de problemas, no estamos sin salida; tenemos preocupaciones, pero no nos desesperamos. Nos persiguen, pero no estamos abandonados; nos derriban, pero no nos destruyen.” (DHH)
© 2012 de Van Walton. Todos los derechos están reservados.
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