lunes, 5 de mayo de 2008
por Shari Braendel
Miembro del Equipo de Conferencistas
de Proverbios 31, Ministerios para la Mujer
Versículo clave:
Proverbios 15:2, “La lengua de los sabios destila conocimiento; la boca de los necios escupe necedades.” (NVI)
Hoy lee el capítulo entero. Escribe el versículo. Memorízalo.
martes, mayo 6
Devocional:
Mis ojos se llenaron de lágrimas cuando escuché las noticias. Me di cuenta que ofendí a alguien. Quiero decir, realmente la ofendí. Mis palabras la ofendieron tan profundo que ella lloró toda la noche. Pocas semanas atrás yo había conocido a esta mujer, y en nuestra pequeña conversación yo dije algo que ella no pudo olvidar o dejar pasar. Yo pensé que era una conversación inocente, yo nunca intenté herirla, pero ella estaba disgustada.
Por varios días, yo pensé en lo que había dicho y cómo le había hablado a esta mujer. Yo luchaba con lo que debería hacer o lo que habría podido hacer diferente. Y repetía la conversación una y otra vez. Yo no podía deshacer lo que había dicho o cómo lo había dicho. Yo no podía explicarlo fuera de dar una docena de excusas. Yo no podría cubrirlo con mis propias lágrimas. Culpabilidad o vergüenza. Ya estaba allí, y no había mucho que yo pudiera hacer para regresar lo dicho. Después de un tiempo de oración y reflexión, pude localizar la dirección de la mujer. Le escribí una nota de disculpas y se la envié por correo.
¿Me pregunto cuántas veces mis palabras han sido ofensivas? ¿Cuántas veces al día mis palabras le hacen daño a alguien? Yo he sido llamada a edificar a otros, a levantarlos y animarlos en todas las cosas. Yo trato de dar ánimo a mi esposo, a mis hijos y a mis amigos. Yo trato de animar a mujeres en su diario caminar con Cristo. Y luego un “oops”, un “opps” muy grande que mueve mi mundo y el de alguien más. Una frase hablada herradamente o un tono inapropiado, y en un instante alguien se siente afligido por mis palabras.
Yo me sentí muy desagradable por haber ofendido a esta persona, y yo sabia que tenía que ir a Dios. Yo compartí todos mis pensamientos, mis sentimientos, insuficiencias, palabras y remordimientos con el Señor. Yo se lo di todo a Él. Yo oré por la mujer y su dolor. Yo oré por perdón. Ore por dirección y sanidad en esta situación. Yo le hice saber a Dios que quería que mis palabras fueran llenas de sabiduría y conocimiento, en lugar de necedades como dice el verso de esta semana.
Dios escuchó mis oraciones, me perdonó, y aun me animó unos pocos días después mientras estaba en el balcón de mi iglesia. Alguien que yo no conocía se me acercó y me preguntó mi nombre. Me dice, yo he querido encontrarte porque unos meses atrás yo contacté el grupo de oración de la iglesia y pedí oración por el trabajo de mi esposo. Tú me escribiste el e-mail más hermoso y había una oración allí. Significó tanto para mí. Yo copié palabra por palabra en mi diario. Solo quería agradecerte. Tu oración por mí y por mi esposo me tocó. Después de que se había ido yo susurre, “Gracias Dios”. Que maravillo es Él al recordarme que mis palabras también han sido mensajes de su amor y esperanza, y no todas desacertadas.
¿Qué están diciendo tus palabras a otros?
Mi oración para hoy:
Amado Dios, gracias por traernos delicados recordatorios de como tú cuidas de nosotros en cada detalle de nuestras vidas. Yo oro que mis palabras hoy sean para animar a otros, y así ellos puedan detenerse y puedan buscar conocerte. Tú, por favor ayúdame a pensar antes de que yo hable. En el nombre de Jesús. Amén.
miércoles, mayo 7
Aplicación:
¿Cómo les has estado hablando a otros? ¿Estás estimulando otros al animarlos? Coloca atención a tus palabras hoy y la respuesta de otros.
Pídele a Dios que te ayude a pensar antes de hablar.
jueves, mayo 8
Puntos para reflexionar:
Recuerda por un momento cuando tú fuiste herido por palabras. ¿Le has pedio a Dios que lo sane por ti?
¿Has lastimado a alguien, recientemente, con tus palabras o tu tono de voz? Escríbele una nota de disculpas y pídeles perdón
viernes, mayo 9
Versículos para recordar:
Salmos 19:14, “Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis pensamientos, OH SEÑOR, roca mía y redentor mío.” (NVI)
2 Samuel 19:7, “¡Vamos! ¡Salga usted y anime a sus tropas!” (NIV)
Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional.
Judith Hernández: judithhernandez.blogspot.com
Janet Eckles: http://www.janetperezeckles.com/
Ángela Vásquez
Ana Stine
Laura A. Colón González
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