lunes, 9 de junio de 2008
por Marybeth Whalen Miembro del Equipo de Conferencistas de Proverbios 31, Ministerios para la Mujer Versículo clave: “En cuanto a mí, que el SEÑOR me libre de pecar contra él dejando de orar por ustedes. Yo seguiré enseñándoles el camino bueno y recto.” I Samuel 12:23 (NVI) Hoy lee el capítulo entero. Escribe el versículo. Memorízalo. martes, junio 10 Devocional: ¿Tú oras en el carro? Y, qué tal, ¿cuándo te bañas? ¿O mientras te lavas los dientes? Todos estos son momentos en mi día en los que he aprendido a tomar ventaja del tiempo que tengo y los uso para orar. Esta lección llegó a mi vida con una nueva forma de ver las cosas un día mientras estaba manejando. Era uno de esos días que tenía una tremenda lista de tareas y muchos lugares que visitar. Mientras yo manejaba, me di cuenta que había un sedan plateado frente a mí y me hizo pensar en una amiga mía que tiene un carro igual a ese, y ella estaba pasando por un momento muy difícil. Mientras miraba al carro yo sentí que Dios me estaba diciendo que mi amiga realmente necesitaba de mis oraciones ese día. Y entonces yo oré, e hice una nota mental de llamarla y saber cómo estaba tan pronto llegara a mi casa. Solo unos minutos después, yo vi otro carro también plateado, muy parecido, y entonces ore otra vez. Momentos más tarde otro carro igual, y continuó así todo el día. Al finalizar el día, yo me reía al ver como Dios había arreglado todo para que yo viera tantos carros sedan plateados; tantos que yo no pude dejar de orar por mi amiga todo el día. Se me recordó de una manera ponderosa ese día que: 1) Dios nos ama a cada uno de nosotros lo suficiente como para recordar a otras personas a orar por nosotros y 2) Dios quiere que oremos por nuestros hermanos y hermanas. Si somos obedientes, Él nos enviará recordatorios para ayudarnos para que no se nos olvide en nuestros días tan ocupados. El decir: “Oh, yo quise orar, pero lo olvidé,” será una cosa del pasado si confiamos en que Él nos ayuda a recordar. Como lo comprobó con mi ejemplo del carro plateado, Él nos puede dar unos recordatorios muy creativos. Yo conozco una mujer que necesitaba orar por su hermano quien estaba pasando por una situación difícil. Y entonces ella decidió orar por el cada vez que se lavara los dientes. Aun después de que la época difícil había pasado, ella se dio cuenta que todavía oraba por él mientras se cepillaba los dientes, y estaba agradecida de que su compromiso de orar por él luego se había vuelto un hábito. Entonces ella continuó orando por su hermano y todavía lo hace hasta este día. No importa donde, o cuando, o que es lo que Dios usa para llevarnos a orar, nosotros sabemos que es vital orar. Dios usa carros, y cepillos de dientes, y todo lo que sea necesario para ayudarnos a interceder por esas personas que necesitan desesperadamente de nuestras oraciones. Como alguien que ha recibido de algunas de esas oraciones durante los años, estoy agradecida por la creatividad, el involucrarse activamente, y el amor de Dios, que usará cualquier cosa para recordarnos que debemos levantarnos unos a otros en oración. Mi oración para hoy: Amado Dios, por favor recuérdame por quién tengo que orar y ayúdame a ser obediente para orar por ellos inmediatamente. En el nombre de Jesús, Amén. miércoles, junio 11 Aplicación: La próxima vez que estés en la carretera, mira alrededor y ora por personas que tú conoces que manejan la misma clase de carros. Y deja que se convierta en un hábito para ti. jueves, junio 12 Puntos para reflexionar: ¿Qué formas creativas ha usado Dios para recordarte orar por otras personas? ¿Has encontrado algunos momentos durante tu día para orar por alguien? viernes, junio 13 Versículos para recordar: Números 11:2, “Entonces el pueblo clamó a Moisés, y éste oró al SEÑOR por ellos y el fuego se apagó.” (NVI) Romanos 1:9-10, “Dios, a quien sirvo en mi espíritu anunciando el evangelio de su Hijo, me es testigo de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones.” (RVR 1995) Lucas 18:1, “También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar.” (RVR 1995) Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional. Judith Hernández: judithhernandez.blogspot.com Janet Eckles: http://www.janetperezeckles.com/ Ángela Vásquez Ana Stine Laura A. Colón González

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