lunes, 30 de noviembre de 2009
por Van Walton
Miembro del Equipo de conferencistas
de Proverbios 31, Ministerios para la mujer
Versículo clave:
"Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque tú lo pides, echaré las redes." Lucas 5:5 (La Biblia de las Américas)
Hoy lee el capítulo entero. Escribe el versículo. Memorízalo
martes, el 1 de diciembre
Devoción:
Al poco tiempo de haber comenzado su ministerio, Jesús se sentó en la barca de Pedro y comenzó a enseñar a los que estaban en la orilla. Al terminar su lección le dijo a Pedro que volviera al lago y echara sus redes de pesca.
Pedro ya había estado trabajando toda la noche. Desanimado y cansado no demostró gran entusiasmo por la idea de volver a hacerse a la mar. Estaba listo para darse por vencido.
Al leer esta historia en Lucas, noto una leve rebeldía. ¿Y tú? ¿Puedes, al igual que yo, sentir algo de oposición, una pequeña actitud en la respuesta de Pedro en nuestro verso clave? Yo lo noto. ¡Lo percibo porque suena igual que yo!
Si no tengo ganas de hacer algo o si no entiendo su objetivo, cuestiono la idea. Dudo de la instrucción. Especialmente si ya pasé por la misma sin tener éxito. ¿Para qué repetirlo? Ya lo intenté, y ya estuve en ese lugar. Simplemente quiero darme por vencida e irme a casa.
Entonces, cuando el intento de Pedro había sido inútil, a pesar de haber estado trabajando toda la noche para ganarse el pan del día sin haber logrado éxito alguno, no estaba seguro de que el repetir la acción no le daría el mismo resultado.
Él cuestionó a Jesús. ¿Te imaginas?
"Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada."
¡Me siento completamente identificada! En mis propias palabras, "Maestro, ya intenté eso. No funcionó."
¿Qué estaba pensando Pedro? Que Jesús no sabe de qué está hablando. Después de todo, él no es ningún pescador. O bien, ¡Jesús no tiene ni la menor idea de cuan cansados estamos! Ya metimos ocho horas de trabajo.
Hubo veces en las que yo sentí que Jesús me instaba: Trátala con amabilidad. Yo respondo, "Pero Jesús, ella me ignora." Lo siento susurrarme al oído, Inclúyela. Respondo, "Ella no se integraría." Invítala a que vaya contigo. "Está bien, porque tú lo pides." Finalmente obedezco.
Recuerdo la primera vez que oí, debes desarrollar un ministerio para mujeres hispanas. Las palabras no eran las mismas que Dios le dijo a Pedro, pero su significado era el mismo: "Vuelve a echar las redes."
La idea me abrumó. Con anterioridad ya había intentado alcanzar y conectarme con mis hermanas latinas. La enseñanza del inglés como segundo idioma, de la Biblia, y las clases de crianza, todas estas cosas en algún momento formaron parte de mi agenda como voluntaria. Por una o otra razón, ya sea por diferencias culturales, cambios de liderazgo, y mudanzas familiares, me había cansado de trabajar tan arduamente para sacar redes vacías.
"Ya estuve en ese lugar. Ya lo intenté." Pero el Espíritu Santo siguió insistiendo y finalmente respondí, "Está bien. Porque tú lo pides." Fue en ese momento cuando un miembro del equipo del ministerio de Proverbios 31 me pidió que tuviera en cuenta la posibilidad de desarrollar un ministerio para las latinas.
Me pregunté cómo podría producir las devociones, dar discursos, orar, y dar recursos a mujeres de otra cultura e idioma.
Al principio vino Ángela, la esposa de un futbolista colombiano. Ella asistió a She Speaks y comenzó a traducir y escribir devociones. Ella inició un ministerio de enseñanza para latinas.
Después Ana asistió a la orientación para escritoras de She Speaks y escribió devociones para nuestra publicación semanal.
Judith oyó a Lysa y a Renee en la radio y llamó a la oficina. Al poco tiempo, ella comenzó como voluntaria a traducir nuestras devociones el español. Luego de asistir a She Speaks, ella se lanzó en un ministerio como oradora.
Después, Laura me envió un mensaje de correo electrónico preguntándome si ella podía contribuir al equipo editando nuestras devociones antes de publicarlas en la red.
Wendy también me envió un mensaje de correo electrónico preguntando si podía contribuir de alguna forma como voluntaria para los Ministerios Proverbios 31.
Lupe llamó a la oficina. Ella también se ofreció. Asistió a She Speaks y ahora escribe y traduce nuestras devociones al español.
¿Has sentido que Dios te haya pedido que hagas algo imposible, algo que ya has intentado, y tus esfuerzos te han dejado agotada? ¿Estás lista para darte por vencida?
Déjame animarte a nunca darte por vencida. Siempre deja que tu respuesta sea,
"Maestro, porque tú lo pides, volveré a intentarlo."
Mi oración para hoy:
Jesús, perdóname por cuestionarte y por cuestionar tus planes. Continúa desafiándome porque nunca me quiero perder la alegría que resulta cuando tengo la experiencia de una "red llena". En nombre de Jesús, Amén.
miércoles, el 2 de diciembre
Aplicación:
Fíjate en tu comunidad inmediata. ¿Existe algún ministerio que espera que tú intervengas o inicies? ¿Te ha llamado Dios para este trabajo? ¿Qué te detiene para que eches tus redes?"
Recursos sugeridos:
¿Qué hago ahora?
Más recursos
jueves, el 3 de diciembre
Puntos para reflexionar:
¿Qué me está pidiendo Dios que haga a lo cual yo me estoy resistiendo?
¿Tengo la voluntad de seguir y obedecer a Jesús?
¿Creo que Dios está tratando de bendecirme a través de esto?
viernes, el 4 de diciembre
Versículos que te darán fuerza:
Lucas 5:11, "...Y después de traer las barcas a tierra, dejándolo todo, le siguieron." (La Biblia de las Américas)
Romanos 10:14, "¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?" (La Biblia de las Américas)
Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional.
Wendy Bello, editora Judith Hernández:
Natasha Curtis Ana Stine: Ángela Vázquez Lupe Coka
Miembro del Equipo de conferencistas
de Proverbios 31, Ministerios para la mujer
Versículo clave:
"Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque tú lo pides, echaré las redes." Lucas 5:5 (La Biblia de las Américas)
Hoy lee el capítulo entero. Escribe el versículo. Memorízalo
martes, el 1 de diciembre
Devoción:
Al poco tiempo de haber comenzado su ministerio, Jesús se sentó en la barca de Pedro y comenzó a enseñar a los que estaban en la orilla. Al terminar su lección le dijo a Pedro que volviera al lago y echara sus redes de pesca.
Pedro ya había estado trabajando toda la noche. Desanimado y cansado no demostró gran entusiasmo por la idea de volver a hacerse a la mar. Estaba listo para darse por vencido.
Al leer esta historia en Lucas, noto una leve rebeldía. ¿Y tú? ¿Puedes, al igual que yo, sentir algo de oposición, una pequeña actitud en la respuesta de Pedro en nuestro verso clave? Yo lo noto. ¡Lo percibo porque suena igual que yo!
Si no tengo ganas de hacer algo o si no entiendo su objetivo, cuestiono la idea. Dudo de la instrucción. Especialmente si ya pasé por la misma sin tener éxito. ¿Para qué repetirlo? Ya lo intenté, y ya estuve en ese lugar. Simplemente quiero darme por vencida e irme a casa.
Entonces, cuando el intento de Pedro había sido inútil, a pesar de haber estado trabajando toda la noche para ganarse el pan del día sin haber logrado éxito alguno, no estaba seguro de que el repetir la acción no le daría el mismo resultado.
Él cuestionó a Jesús. ¿Te imaginas?
"Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada."
¡Me siento completamente identificada! En mis propias palabras, "Maestro, ya intenté eso. No funcionó."
¿Qué estaba pensando Pedro? Que Jesús no sabe de qué está hablando. Después de todo, él no es ningún pescador. O bien, ¡Jesús no tiene ni la menor idea de cuan cansados estamos! Ya metimos ocho horas de trabajo.
Hubo veces en las que yo sentí que Jesús me instaba: Trátala con amabilidad. Yo respondo, "Pero Jesús, ella me ignora." Lo siento susurrarme al oído, Inclúyela. Respondo, "Ella no se integraría." Invítala a que vaya contigo. "Está bien, porque tú lo pides." Finalmente obedezco.
Recuerdo la primera vez que oí, debes desarrollar un ministerio para mujeres hispanas. Las palabras no eran las mismas que Dios le dijo a Pedro, pero su significado era el mismo: "Vuelve a echar las redes."
La idea me abrumó. Con anterioridad ya había intentado alcanzar y conectarme con mis hermanas latinas. La enseñanza del inglés como segundo idioma, de la Biblia, y las clases de crianza, todas estas cosas en algún momento formaron parte de mi agenda como voluntaria. Por una o otra razón, ya sea por diferencias culturales, cambios de liderazgo, y mudanzas familiares, me había cansado de trabajar tan arduamente para sacar redes vacías.
"Ya estuve en ese lugar. Ya lo intenté." Pero el Espíritu Santo siguió insistiendo y finalmente respondí, "Está bien. Porque tú lo pides." Fue en ese momento cuando un miembro del equipo del ministerio de Proverbios 31 me pidió que tuviera en cuenta la posibilidad de desarrollar un ministerio para las latinas.
Me pregunté cómo podría producir las devociones, dar discursos, orar, y dar recursos a mujeres de otra cultura e idioma.
Al principio vino Ángela, la esposa de un futbolista colombiano. Ella asistió a She Speaks y comenzó a traducir y escribir devociones. Ella inició un ministerio de enseñanza para latinas.
Después Ana asistió a la orientación para escritoras de She Speaks y escribió devociones para nuestra publicación semanal.
Judith oyó a Lysa y a Renee en la radio y llamó a la oficina. Al poco tiempo, ella comenzó como voluntaria a traducir nuestras devociones el español. Luego de asistir a She Speaks, ella se lanzó en un ministerio como oradora.
Después, Laura me envió un mensaje de correo electrónico preguntándome si ella podía contribuir al equipo editando nuestras devociones antes de publicarlas en la red.
Wendy también me envió un mensaje de correo electrónico preguntando si podía contribuir de alguna forma como voluntaria para los Ministerios Proverbios 31.
Lupe llamó a la oficina. Ella también se ofreció. Asistió a She Speaks y ahora escribe y traduce nuestras devociones al español.
¿Has sentido que Dios te haya pedido que hagas algo imposible, algo que ya has intentado, y tus esfuerzos te han dejado agotada? ¿Estás lista para darte por vencida?
Déjame animarte a nunca darte por vencida. Siempre deja que tu respuesta sea,
"Maestro, porque tú lo pides, volveré a intentarlo."
Mi oración para hoy:
Jesús, perdóname por cuestionarte y por cuestionar tus planes. Continúa desafiándome porque nunca me quiero perder la alegría que resulta cuando tengo la experiencia de una "red llena". En nombre de Jesús, Amén.
miércoles, el 2 de diciembre
Aplicación:
Fíjate en tu comunidad inmediata. ¿Existe algún ministerio que espera que tú intervengas o inicies? ¿Te ha llamado Dios para este trabajo? ¿Qué te detiene para que eches tus redes?"
Recursos sugeridos:
¿Qué hago ahora?
Más recursos
jueves, el 3 de diciembre
Puntos para reflexionar:
¿Qué me está pidiendo Dios que haga a lo cual yo me estoy resistiendo?
¿Tengo la voluntad de seguir y obedecer a Jesús?
¿Creo que Dios está tratando de bendecirme a través de esto?
viernes, el 4 de diciembre
Versículos que te darán fuerza:
Lucas 5:11, "...Y después de traer las barcas a tierra, dejándolo todo, le siguieron." (La Biblia de las Américas)
Romanos 10:14, "¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?" (La Biblia de las Américas)
Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional.
Wendy Bello, editora Judith Hernández:
Natasha Curtis Ana Stine: Ángela Vázquez Lupe Coka
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