lunes, 30 de noviembre de 2009
por Van Walton
Miembro del Equipo de conferencistas
de Proverbios 31, Ministerios para la mujer

Versículo clave:

"Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque tú lo pides, echaré las redes." Lucas 5:5 (La Biblia de las Américas)

Hoy lee el capítulo entero. Escribe el versículo. Memorízalo

martes, el 1 de diciembre

Devoción:

Al poco tiempo de haber comenzado su ministerio, Jesús se sentó en la barca de Pedro y comenzó a enseñar a los que estaban en la orilla. Al terminar su lección le dijo a Pedro que volviera al lago y echara sus redes de pesca.

Pedro ya había estado trabajando toda la noche. Desanimado y cansado no demostró gran entusiasmo por la idea de volver a hacerse a la mar. Estaba listo para darse por vencido.
Al leer esta historia en Lucas, noto una leve rebeldía. ¿Y tú? ¿Puedes, al igual que yo, sentir algo de oposición, una pequeña actitud en la respuesta de Pedro en nuestro verso clave? Yo lo noto. ¡Lo percibo porque suena igual que yo!

Si no tengo ganas de hacer algo o si no entiendo su objetivo, cuestiono la idea. Dudo de la instrucción. Especialmente si ya pasé por la misma sin tener éxito. ¿Para qué repetirlo? Ya lo intenté, y ya estuve en ese lugar. Simplemente quiero darme por vencida e irme a casa.
Entonces, cuando el intento de Pedro había sido inútil, a pesar de haber estado trabajando toda la noche para ganarse el pan del día sin haber logrado éxito alguno, no estaba seguro de que el repetir la acción no le daría el mismo resultado.

Él cuestionó a Jesús. ¿Te imaginas?

"Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada."
¡Me siento completamente identificada! En mis propias palabras, "Maestro, ya intenté eso. No funcionó."

¿Qué estaba pensando Pedro? Que Jesús no sabe de qué está hablando. Después de todo, él no es ningún pescador. O bien, ¡Jesús no tiene ni la menor idea de cuan cansados estamos! Ya metimos ocho horas de trabajo.

Hubo veces en las que yo sentí que Jesús me instaba: Trátala con amabilidad. Yo respondo, "Pero Jesús, ella me ignora." Lo siento susurrarme al oído, Inclúyela. Respondo, "Ella no se integraría." Invítala a que vaya contigo. "Está bien, porque tú lo pides." Finalmente obedezco.

Recuerdo la primera vez que oí, debes desarrollar un ministerio para mujeres hispanas. Las palabras no eran las mismas que Dios le dijo a Pedro, pero su significado era el mismo: "Vuelve a echar las redes."

La idea me abrumó. Con anterioridad ya había intentado alcanzar y conectarme con mis hermanas latinas. La enseñanza del inglés como segundo idioma, de la Biblia, y las clases de crianza, todas estas cosas en algún momento formaron parte de mi agenda como voluntaria. Por una o otra razón, ya sea por diferencias culturales, cambios de liderazgo, y mudanzas familiares, me había cansado de trabajar tan arduamente para sacar redes vacías.

"Ya estuve en ese lugar. Ya lo intenté." Pero el Espíritu Santo siguió insistiendo y finalmente respondí, "Está bien. Porque tú lo pides." Fue en ese momento cuando un miembro del equipo del ministerio de Proverbios 31 me pidió que tuviera en cuenta la posibilidad de desarrollar un ministerio para las latinas.

Me pregunté cómo podría producir las devociones, dar discursos, orar, y dar recursos a mujeres de otra cultura e idioma.

Al principio vino Ángela, la esposa de un futbolista colombiano. Ella asistió a She Speaks y comenzó a traducir y escribir devociones. Ella inició un ministerio de enseñanza para latinas.

Después Ana asistió a la orientación para escritoras de She Speaks y escribió devociones para nuestra publicación semanal.

Judith oyó a Lysa y a Renee en la radio y llamó a la oficina. Al poco tiempo, ella comenzó como voluntaria a traducir nuestras devociones el español. Luego de asistir a She Speaks, ella se lanzó en un ministerio como oradora.

Después, Laura me envió un mensaje de correo electrónico preguntándome si ella podía contribuir al equipo editando nuestras devociones antes de publicarlas en la red.

Wendy también me envió un mensaje de correo electrónico preguntando si podía contribuir de alguna forma como voluntaria para los Ministerios Proverbios 31.

Lupe llamó a la oficina. Ella también se ofreció. Asistió a She Speaks y ahora escribe y traduce nuestras devociones al español.

¿Has sentido que Dios te haya pedido que hagas algo imposible, algo que ya has intentado, y tus esfuerzos te han dejado agotada? ¿Estás lista para darte por vencida?

Déjame animarte a nunca darte por vencida. Siempre deja que tu respuesta sea,

"Maestro, porque tú lo pides, volveré a intentarlo."

Mi oración para hoy:

Jesús, perdóname por cuestionarte y por cuestionar tus planes. Continúa desafiándome porque nunca me quiero perder la alegría que resulta cuando tengo la experiencia de una "red llena". En nombre de Jesús, Amén.
miércoles, el 2 de diciembre

Aplicación:

Fíjate en tu comunidad inmediata. ¿Existe algún ministerio que espera que tú intervengas o inicies? ¿Te ha llamado Dios para este trabajo? ¿Qué te detiene para que eches tus redes?"

Recursos sugeridos:

¿Qué hago ahora?

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jueves, el 3 de diciembre


Puntos para reflexionar:

¿Qué me está pidiendo Dios que haga a lo cual yo me estoy resistiendo?

¿Tengo la voluntad de seguir y obedecer a Jesús?

¿Creo que Dios está tratando de bendecirme a través de esto?

viernes, el 4 de diciembre

Versículos que te darán fuerza:

Lucas 5:11, "...Y después de traer las barcas a tierra, dejándolo todo, le siguieron." (La Biblia de las Américas)

Romanos 10:14, "¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?" (La Biblia de las Américas)

Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional.

Wendy Bello, editora                                                                                         Judith Hernández:
Natasha Curtis                                                                                                      Ana Stine:                                                                                                            Ángela Vázquez                                                                                                  Lupe Coka
lunes, 23 de noviembre de 2009
por Van Walton
Miembro del Equipo de conferencistas
y directora del Ministerio Hispano de
Proverbios 31, Ministerios para la mujer

Versículo clave:

Daniel 12:3, “Los sabios resplandecerán como el resplandor del firmamento y los que enseñan la justicia a la multitud como las estrellas a perpetua eternidad.” (BLS)

Hoy lee el capítulo entero. Escribe el versículo. Memorízalo

martes, el 24 de noviembre

Devoción:

“Si solo supiera los planes de Dios para me vida, yo podría planear mi futuro”.

¿Alguna vez ha hecho esta declaración? Pienso que todos nos preguntamos eso alguna vez en nuestra vida. Yo sé que yo lo he hecho.

He escuchado a los adolescentes decirlo cuando miran al futuro. Conozco jóvenes adultos que dicen lo mismo cuando están escogiendo una profesión. He tenido este debate con amigas cuando se dan cuenta de que el buen manejo del tiempo les permite unas horas extras cada semana. Otras madres y yo nos preguntamos lo mismo cuando nuestros hijos se van de casa. Sé que aquellos que están a punto de retirarse buscan los planes de Dios en esa nueva etapa de sus vidas.
Entonces, ¿cuál es el plan de Dios para nuestras vidas? Si tú eres como yo, quieres detalles específicos, solo que no estoy segura de que el Señor siempre nos dé instrucciones paso a paso como lo deseamos.
Recuerdo una ocasión en mi vida en que le pedí al Señor que me diera dirección. Le pedí que me revelara adónde mudarnos. Mi esposo y yo teníamos una opción, pero debíamos dar una respuesta rápidamente.

“Tengo que dar una respuesta a la oferta esta noche”, me dijo mi esposo.

Me pidió mantenerme en oración todo el día y que le respondiera a la hora de la cena.
Me senté en el comedor de mi casa a orar. Le expliqué al Señor lo que él ya sabía.

“Tenemos estas oportunidades. ¿Vamos a este lugar o a este otro?”

Silencio.

“Queremos ir adonde tú nos guíes. ¿Adónde será?”

Silencio.
“Queremos honrarte”.

Silencio.

“Señor, ¿tú sabes que debemos dar una respuesta hoy? Estoy esperando que me respondas…”
Y me quedé sentada tan quieta como pude, tratando de ser paciente.

Dios nunca me respondió ese día adónde ir, pero me recordó que su plan para cada uno de nosotros es universal y a la misma vez único.

Mientras consideraba las dos alternativas que teníamos, recordé todas las veces que mi esposo y yo tuvimos que mudarnos. En todos los lugares en que vivimos el Señor nos brindó oportunidades únicas para servirle, y cada ocasión que tuvimos para ministrar llegó como parte de un mandato universal:
“Deja que tu luz brille, ámense los unos a los otros.”

El Señor nunca nos dijo específicamente que comenzáramos un ministerio, ni que sirviéramos como líderes de jóvenes, o que tuviéramos un estudio bíblico en nuestra casa ni que fuéramos mentores de jóvenes en un orfanato para jóvenes.

Comencé a darme cuenta de que Dios no me diría adónde ir. Él tenía un mensaje para mí, que todavía hasta el día de hoy recuerdo, 22 años después:

Realmente no importa dónde te encuentres. Tú estas en mí y yo en ti. Donde tú vivas, donde tú vayas, donde trabajes, encontrarás gente que me necesita. Preséntales al Padre de los cielos. Vive una vida que anime a otros a buscarme. Ama a todos. Enséñales a vivir. Usa tu vida, tus acciones y mi palabra. Esto es lo que puedes hacer donde quiere que vivas, aquí o allá. Recuerda: dondequiera que vayas, Yo estaré contigo. Dondequiera que vayas, llévame contigo, y deja que tu luz brille.”

Como te dije antes, el Señor nunca me reveló adónde debía mudarme. Nosotros tomamos la decisión de llevar a Dios pidiéndole que usara nuestras vidas para llevar su luz a las vidas de otros.

¿Alguna vez te has preguntado cuál es el propósito de Dios para tu vida? Sencillo… ¡brilla!

Amado Señor, tu palabra expone en detalle claramente tu plan para mi vida. Perdóname por querer conocer todos los detalles específicos antes de salir a reflejar tu gloria. Quiero pasar mis días brillando como una luz en la oscuridad. En el nombre de Jesús, Amén.

miércoles, el 25 de noviembre

Aplicación:

Haz una lista de tus acciones y actitudes. ¿Quė cambios puedes hacer en tu vida para reflejar la gloria de Dios, brillando para que otros encuentren el camino al Señor?

Recursos sugeridos:

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jueves, el 16 de noviembre

Puntos para reflexionar:

¿Estoy usando la excusa de que “el Señor no me ha revelado el propósito para mi vida” para no servirle a él y a los demás?

¿Me he tomado el tiempo para conocer mis dones espirituales y así entender mejor el propósito de Dios para mi vida?

¿Estoy lo suficientemente familiarizada con la palabra de Dios como para poder vivir una vida que sea agradable a Dios?

viernes, el 27 de noviembre

Versículos para recordar:

Mateo 5:16, “De la misma manera, su conducta debe ser como una luz que ilumine y muestre cómo se obedece a Dios. Hagan buenas acciones. Así las verán los demás y alabarán a Dios, el Padre de ustedes que está en el cielo.” (BLS)

“Filipenses 2:14-16,”Hagan todo sin hablar mal de nadie ni discutir por todo, para que no pequen ni nadie pueda culparlos de nada. En este mundo lleno de gente malvada y pecadora, ustedes, como hijos de Dios, deben alejarse de la maldad y brillar por su buen comportamiento. Nunca dejen de creer en el mensaje que da vida. Así yo podré estar orgulloso de ustedes el día que Cristo vuelva, y sabré que mi trabajo y mis esfuerzos no fueron inútiles.” (BLS)

© 2009 by Van Walton. All rights reserved.

Gracias a Natasha Curtis por su ayuda en la traducción de este devocional.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
por Lara Krupicka
graduada de She Speaks
Conferencia para mujeres

Versículo clave:

1 Samuel 17:37ª, "El SEÑOR, que me libró de las garras del león y del oso, también me librará del poder de ese filisteo.” 1 Samuel 17:37a (NVI)

Hoy lee el capítulo entero. Escribe el versículo. Memorízalo

martes, el 17 de noviembre

Devocion:

Conforme acarreaba la pila de ropa a la lavandería pasé por la cocina y vi los platos sucios en el fregadero y luego evité pisar los juguetes tirados sobre la sala. “Corre y va de nuevo”, me dije a mi misma, después de un profundo suspiro. Otro día cocinando, lavando y limpiando – igual que ayer. ¿Para qué? ¿Por qué tengo que pasar tanto tiempo haciendo tareas sin sentido cuando mi corazón aspira hacer cosas más importantes?
La vida diaria muchas veces no es muy emocionante, y cuando lo es – como en mi caso – generalmente tiene algo que ver con algún desastre electrodoméstico, como el otro día cuando mi lavadora inundó el sótano de mi casa.

“¡Éste no es el tipo de emoción al que me refería, Señor!” me quejé con amargura. La verdad es que no soy muy buena para enfrentar las interrupciones a mi rutina.

Pero cuando considero versículos bíblicos como 1 Samuel 17:37, me doy cuenta de que David había comprendido los beneficios de ser fiel en labores supuestamente insignificantes. El no despreció su humilde trabajo como pastor. Al contrario, día tras día, noche tras noche, vigiló pacientemente los campos, asegurándose de proteger a sus ovejas. Y cuando los problemas acecharon la quietud de su labor – ya fuera por medio de un león o de un oso – David confió en que el Señor llegaría a su rescate.

Esta dependencia diaria en el Señor lo preparó para enfrentar los momentos de decisión en su vida. David pudo enfrentar con valentía al gigante Goliat, no porque había enfrentado muchas batallas, sino porque había visto la fidelidad del Señor en su labor diaria como pastor de ovejas.

Debo admitirlo, aún tengo mucho que aprender sobre lo que significa depender de Dios. Pero sé que conforme aprendo a hacerlo durante mis tareas cotidianas, mi Señor me prepara para momentos decisivos a enfrentar en el futuro. Cuando busco Su ayuda durante mis quehaceres, mi capacidad para confiar en que Él me librará de todo problema – serio o no – incrementa día con día.

Mi dependencia en el Señor cuando cocino, limpio o lavo la ropa empieza a tener sentido. Quizás mi vida tiene más significado de lo que yo me imaginaba...
Mi oración para hoy:

Amado Señor: Gracias por acompañarme el día de hoy. Ayúdame a reconocer Tu presencia aún en los momentos y tareas más simples de mi vida. Enséñame a depender de Ti, así como David aprendiera a hacerlo. En el Nombre de Jesús. Amén

miércoles, el 18 de noviembre

Aplicación:

Cuando empieces a hacer tus quehaceres de hoy, toma unos minutos para reconocer la presencia de Dios. Pídele que sea parte de tu día y que Su mano bendiga tus tareas. Entrégale cualquier problema que tengas el día de hoy y pídele Su ayuda.

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jueves, el 19 de noviembre

Puntos para reflexionar:

¿En qué área de mi vida necesito aprender a depender más de Dios?

¿Puedo recordar una ocasión en mi vida en que el Señor me “liberara de las garras del león”?
¿Cómo puede ese recuerdo ayudarme a enfrentar circunstancias difíciles en el futuro?
viernes, el 20 de noviembre

Versículos para recordar:

Deuteronomio 31:8, "El SEÑOR mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes." (NVI)

Filipenses 4:11b, “He aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre." (NVI)

Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional.

Wendy Bello, editora                                                                                         Judith Hernández: http://www.judithhernandez.blogspot.com                             Natasha Curtis                                                                                                            Ana Stine                                                                                                                 Ángela Vázquez                                                                                                      Lupe Coka







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miércoles, 11 de noviembre de 2009

Marybeth Whalen Miembro del Equipo de conferencistas
de Proverbios 31, Ministerios para la mujer


Versículo clave:                                                                                             
Mateo 13:43, “Entonces los justos brillarán en el reino de su Padre como el sol.”
(NVI)


Hoy lee el capítulo entero. Escribe el versículo. Memorízalo

         
Devoción:

La semana pasada mi hijo de siete años y yo estábamos esperando a su hermana mientras le cortaban el cabello.  Mientras estábamos sentados en la sala de espera, no tuvimos otra opción sino escuchar el programa de radio que tenían de fondo. Llegó el pronóstico del tiempo y el presentador dijo que el día estaría parcialmente nublado. Mi hijo que estaba jugando con unas fichas en el piso, paró por un momento y con indignación en su cara dijo: “Mami, ese hombre en la radio dijo que estaría parcialmente nublado, pero no lo está, está parcialmente soleado.” Luego regresó a su juego.

Ah, ¡si pudiera ver el mundo de la manera en que lo hizo mi hijo en ese momento! Él me dio una gran lección sobre la perspectiva ese día y desde entonces yo he estado reflexionando en la misma.


¿Veo mis días parcialmente soleados o parcialmente nublados? ¿Me maravillo ante lo increíble o me dejo atrapar por el desorden? ¿Escojo a conciencia cambiar mi mentalidad de “vaso medio vacío” y decido verlo “medio lleno”? ¿Me regocijo en lo que tengo o me enfoco en lo que me falta?

Solo por hoy, vamos a enfocarnos en las cosas buenas que pasan, para que no se pierdan en la confusión de nuestras vidas. Espero que te unas a mí en busca de ver nuestros días parcialmente soleados. Sin dudas que algunas nubes pueden llegar a nuestro horizonte pero eso no quiere decir que nuestra perspectiva tenga que cambiar.

¿Parcialmente nublado o parcialmente soleado? Mi hijo me enseñó que el secreto está en cómo yo lo vea.

Mi oración para hoy:

Amado Dios, cuando la vida comienza a parecer nublada, ayúdanos a recordar que el sol todavía está brillando. Ayúdame a tomar mis pensamientos negativos y de derrota, y cambiar mi perspectiva.  Y sobre todo, ayúdame a recordar que como uno de tus hijos, algún día, voy a brillar como el sol en tu reino. En el nombre de Jesús, Amén.

miércoles, el 11 de noviembre


Aplicación: 

Mira por tu ventana. ¿Está parcialmente soleado o parcialmente nublado? Incluso si está cayendo un aguacero llueve, alaba a Dios por lo que ves y el lugar donde estás. Cada vez que algo te pase hoy, decide buscar el elemento “parcialmente soleado”.

Recursos sugeridos:




jueves, el 12 de noviembre 

Puntos para reflexionar:

¿Tienes la tendencia a ver la vida desde una perspectiva de “vaso medio vacío”?

¿Cómo puedes cambiar tu mentalidad para ver las cosas desde un ángulo más positivo?

viernes, el 13 de noviembre
 
Versículos para recordar:


Filipenses 2:14-15: “Háganlo todo sin quejas ni contiendas, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento.”  (BLS)


Daniel 12:3: “Los sabios resplandecerán con el brillo de la bóveda celeste;
los que instruyen a las multitudes en el camino de la justicia brillarán como las estrellas por toda la eternidad.”
(NVI)

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Matthews, NC 28105


Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional.
Wendy Bello, editora                                                                                                                                                                                  Judith Hernández: http://www.judithhernandez.blogspot.com  
Natasha Curtis                                                                                                                                         Ana Stine                                                                                                                                            Ángela Vázquez                                                                                                                                                                                                                                                                                               Lupe Coka  



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lunes, 2 de noviembre de 2009
Lysa TerKeurst
Miembro del Equipo de conferencistas y
Presicente de Proverbios 31,
Ministerios para la mujer


Versículo clave:

Salmos 119:30 “Dios mío, no me hagas quedar mal,pues confío en tus mandamientos y he decidido obedecerlos.” (NVI)

Hoy lee el capítulo entero. Escribe el versículo. Memorízalo

martes, el 3 de noviembre

Devoción:

Cuando era niña añoraba un padre que me alzara en brazos, me diera vueltas de un lugar a otro y me dijera que era linda y amada. Cuando este anhelo de mi niñez no se cumplió, se convirtió en un vacío y dolor en la adultez que me llevó a buscar todo tipo de remedios equivocados.

Mi primer remedio fue buscar alguien o algo que me hiciera sentir amada e importante. Era como si yo llevara conmigo una pequeña copa en forma de corazón. La extendía a cualquier cosa o persona que me pareciera que pudiera llenarla.

Le presenté mi copa a la educación: “¿Podrías llenarme?”

Se la ofrecí a mi esposo: “¿Podrías llenarme?”

La coloqué delante de mi hijo: “¿Me llenarías?”

La extendí a mis posesiones materiales: “¿Pueden ustedes llenarme?”
La presenté a todos mis trabajos: “¿Me llenarías?”

En estas preguntas había muchos mas enredos: “¿Podrías corregir todos mis errores?” “¿Podrías corregir mis inseguridades?” “¿Podrías hacerme sentir importante?” Mientras más ofrecía mi vacío con la esperanza de que algo lo llenara, más frustrada me sentía.

Y cuando crecí en mi fe, me sentía particularmente perpleja. ¿Acaso el ser cristiana no debería arreglar este tipo de problemas en mi corazón? ¿Qué era lo que me faltaba?

¿Te has sentido así alguna vez?

¿Por quė es tan tentador buscar la satisfacción en las cosas de este mundo? Esta idea de que las cosas del mundo pueden llenar nuestras vidas se encuentra por todas partes. Está en la televisión, es el tema de muchísimas canciones del mundo y es lo que domina en la publicidad norteamericana. No puedo ni siquiera estar en la fila para pagar en el supermercado sin ser bombardeada con consejos para una vida más completa. Un esposo mejor, un cuerpo mejor, una carrera mejor, una casa decoraba más bonita. Las revistas parecen tan llamativas; sus promesas son tan tentadoras. Se cuelan en nuestro proceso mental y nos hacen pensar: “Si tan solo tuviera _____________, sería tan feliz. Estaría tan satisfecha.”

Así que seguimos y seguimos en la búsqueda hasta que llevamos a la quiebra nuestras relaciones, nuestra cuenta de banco y nuestra propia alma. La realidad es que todo lo que el mundo ofrece es temporal. No hay persona, posesiones, profesiones o posiciones que puedan llenar jamás la copa rota de un corazón herido y vacío, ni del mío ni del tuyo. Ese vacío solo lo puede llenar Dios.

Cualquiera que sea la frase “si tan solo tuviera…” con la que estemos luchando, podemos remplazarla con verdades firmes de la Escritura que nunca nos dejarán vacías. Es una declaración valiente que puede hasta sonar un poco gastada, pero es verdad.

Cuando la palabra de Dios se mete en nosotros, se convierte en la nueva forma en que procesamos la vida. Arregla nuestros pensamientos, nuestros motivos, nuestras necesidades y nuestros deseos. Nuestra alma está diseñada para ser llenada por Dios y su verdad; esta se filtra en cada parte de nosotros y nos llena completamente. Es justo lo que buscamos.


Mi oración para hoy:

Amado Dios, te pedimos hoy que pongas en nosotros pasión por tu palabra. Una pasión que sobrepase cualquier deseo de nuestra carne de querer encontrar satisfacción en las personas, las posesiones, la profesión o la posición. Señor, ayúdanos a dar la mayor importancia a escudriñar tu palabra todos los días. Y que siempre podamos acercarnos a tu palabra con humildad en nuestra necesidad y con un corazón listo para recibir todo lo que tú nos quieres enseñar. En el nombre de Jesús, Amén.


miércoles, el 4 de noviembre

Aplicación:

Termina la frase: Siempre he pensado: “Si solamente tuviera _______ sería feliz y estaría satisfecha.”



Recursos sugeridos:

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jueves, el 5 de noviembre

Puntos para reflexionar:

¿En quién o en qué he tratado de encontrar satisfacción?

¿Cómo puede esto dañar mis relaciones?


viernes, el 6 de noviembre

Versículos para recordar:

Salmo 19:7a, " La ley del SEÑOR es perfecta: infunde nuevo aliento.” (NVI)

Salmo 27:10 -11a, " Mis padres podrán abandonarme, pero tú me adoptarás como hijo. Dios mío, por causa de mis enemigos dime cómo quieres que viva y llévame por el buen camino.” (LBLS)

Salmo 45:1a, “Me nace del corazón decir palabras bonitas. ¡Cómo quisiera tener la inspiración de un poeta, y escribirle versos a su Majestad!” (LBLS)

Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional.

Wendy Bello, editora                                                                                         Judith Hernández: http://www.judithhernandez.blogspot.com                               Ana Stine                                                                                                                  Lupe Coka                                                                                                                 Natasha Curtis

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