lunes, 20 de diciembre de 2010
por Ana Stine, escritora certificada
Proverbios 31,
Minmisterios para la mujer
Mateo 2:11, “Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra”. (NVI)
Lectura:
¿Qué piensas ofrecerle al Señor esta Navidad?
Cuando yo era niña, uno de mis programas navideños favoritos era “El Niño del Tambor”. Ésta es la triste, pero tierna historia de un huérfano que se une a los Reyes Magos mientras éstos siguen la Estrella de Belén.
La estrella dirige su camino hasta un humilde pesebre, donde la caravana encuentra a Jesús recién nacido, con sus padres María y José. El joven huérfano pronto se da cuenta de que este bebé es un ser extraordinario y se maravilla al ver los regalos que los Magos han traído consigo: oro, incienso y mirra.
El niño del tambor quisiera también dar un regalo a Jesús, pero él es pobre. Su corazón se llena de tristeza al pensar que no tiene nada que ofrecer.
Pero cuando Jesús empieza a llorar, el huérfano desea hacer algo por calmarlo. De pronto, una idea se le viene a la mente. “¿Puedo tocar mi tambor para Jesús?” el niño le pregunta a María. Ella le dice que sí, y él empieza a tocar. Esta dulce ofrenda de amor transforma el llanto del Niño Dios en una sonrisa.
¿Hay veces en las que te sientes como el niño del tambor? ¿Pobre y quebrantada, sin nada bueno que ofrecer? Quizás tú comparas tus talentos con los talentos de otras personas, y sientes que tu aporte jamás será suficiente.
Esta Navidad te animo a dar un paso de fe y a que traigas tu ofrenda al pesebre:
• Tu servicio
• Tu adoración
• Tu corazón
No importa cuan humilde o sencilla sea tu ofrenda, a los ojos de Dios será tan preciosa como oro, incienso y mirra. Y como la del niño del tambor, tu dádiva pondrá una sonrisa en el dulce rostro del Niño Dios.
Amado Señor: Tú conoces el deseo de mi corazón, y sabes que deseo servirte y alabarte. Acepta mi ofrenda de amor, esta Navidad y el resto de mis días. En el nombre de Jesús. Amén.
Pasos para la aplicación:
Haz una lista de los dones que Dios te ha dado. Toma un tiempo en oración para considerar la forma en que puedes rendir estos dones a Dios para servir a otras personas y glorificar Su Nombre.
Recursos relacionados:
¿Qué hago ahora?
Más recursos
Puntos para reflexionar:
Lee Lucas 2:8-20.
¿Cómo reaccionan los pastores al escuchar el mensaje angelical?
¿Cuál fue su respuesta después de haber visto al Niño Dios?
Versículos que te darán fuerza:
Salmos 51:16-17, “Tú no te deleitas en los sacrificios ni te complacen los holocaustos; de lo contrario, te los ofrecería. El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido”. (NVI)
Salmos 69:30-32, “Y a mí, que estoy pobre y adolorido, que me proteja, oh Dios, tu salvación. Con cánticos alabaré el nombre de Dios; con acción de gracias lo exaltaré. Esa ofrenda agradará más al SEÑOR que la de un toro o un novillo con sus cuernos y pezuñas. Los pobres verán esto y se alegrarán; reanímense ustedes, los que buscan a Dios!” (NVI)
Mateo 25:40, "Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí." (NVI)
© 2010 de Ana Stine. Todos los derechos están reservados.
Proverbios 31,
Minmisterios para la mujer
Mateo 2:11, “Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra”. (NVI)
Lectura:
¿Qué piensas ofrecerle al Señor esta Navidad?
Cuando yo era niña, uno de mis programas navideños favoritos era “El Niño del Tambor”. Ésta es la triste, pero tierna historia de un huérfano que se une a los Reyes Magos mientras éstos siguen la Estrella de Belén.
La estrella dirige su camino hasta un humilde pesebre, donde la caravana encuentra a Jesús recién nacido, con sus padres María y José. El joven huérfano pronto se da cuenta de que este bebé es un ser extraordinario y se maravilla al ver los regalos que los Magos han traído consigo: oro, incienso y mirra.
El niño del tambor quisiera también dar un regalo a Jesús, pero él es pobre. Su corazón se llena de tristeza al pensar que no tiene nada que ofrecer.
Pero cuando Jesús empieza a llorar, el huérfano desea hacer algo por calmarlo. De pronto, una idea se le viene a la mente. “¿Puedo tocar mi tambor para Jesús?” el niño le pregunta a María. Ella le dice que sí, y él empieza a tocar. Esta dulce ofrenda de amor transforma el llanto del Niño Dios en una sonrisa.
¿Hay veces en las que te sientes como el niño del tambor? ¿Pobre y quebrantada, sin nada bueno que ofrecer? Quizás tú comparas tus talentos con los talentos de otras personas, y sientes que tu aporte jamás será suficiente.
Esta Navidad te animo a dar un paso de fe y a que traigas tu ofrenda al pesebre:
• Tu servicio
• Tu adoración
• Tu corazón
No importa cuan humilde o sencilla sea tu ofrenda, a los ojos de Dios será tan preciosa como oro, incienso y mirra. Y como la del niño del tambor, tu dádiva pondrá una sonrisa en el dulce rostro del Niño Dios.
Amado Señor: Tú conoces el deseo de mi corazón, y sabes que deseo servirte y alabarte. Acepta mi ofrenda de amor, esta Navidad y el resto de mis días. En el nombre de Jesús. Amén.
Pasos para la aplicación:
Haz una lista de los dones que Dios te ha dado. Toma un tiempo en oración para considerar la forma en que puedes rendir estos dones a Dios para servir a otras personas y glorificar Su Nombre.
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Puntos para reflexionar:
Lee Lucas 2:8-20.
¿Cómo reaccionan los pastores al escuchar el mensaje angelical?
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Versículos que te darán fuerza:
Salmos 51:16-17, “Tú no te deleitas en los sacrificios ni te complacen los holocaustos; de lo contrario, te los ofrecería. El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido”. (NVI)
Salmos 69:30-32, “Y a mí, que estoy pobre y adolorido, que me proteja, oh Dios, tu salvación. Con cánticos alabaré el nombre de Dios; con acción de gracias lo exaltaré. Esa ofrenda agradará más al SEÑOR que la de un toro o un novillo con sus cuernos y pezuñas. Los pobres verán esto y se alegrarán; reanímense ustedes, los que buscan a Dios!” (NVI)
Mateo 25:40, "Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí." (NVI)
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1 comments:
Que lindo ann, a la verdad que muchas veces me he sentido como ese personaje sin nada que darle a Dios, Gracias!