martes, 11 de octubre de 2011
Miembro del Equipo de Proverbios 31,                                                                                             Ministerios para la mujer

"Quiero que lo sepan para que cobren ánimo, permanezcan unidos por amor, y tengan toda la riqueza que proviene de la convicción y del entendimiento. Así conocerán el misterio de Dios, es decir, a Cristo." Colosenses 2:2-3 (NVI)

Lectura

Mi familia ama la búsqueda de tesoros. A menudo encuentro a mi hijo Andrew escondido detrás del sofá con papel y lápiz, haciendo un bosquejo de un mapa secreto que dirigirá a la familia en una  búsqueda aventurera.

Recientemente mi esposo planeó un campamento de padres é hijos con nuestros amigos. El punto culminante de nuestra excursión era tener una noche de “búsqueda de tesoros”. Pasaron más tiempo planeando la búsqueda que la excursión en sí. Pocos días antes de salir, los encontré buscando en la casa papel para arrugarlo y usarlo para el mapa de los tesoros. Todavía días después encontré papel mojado secándose en un cordel con ganchos.

Por supuesto, una búsqueda de tesoros no podría terminar sin un trofeo.  Dos días antes de partir fueron  a una tienda  donde compraron pistolas de agua, pintura de color oro en spray, para poder pintar los conos de pinos y las ramas que esconderían como pistas para poder encontrar el tesoro. El viernes por la mañana mi esposo me comunicó que se tomaría medio día libre para salir más temprano y esconder el baúl de los tesoros. También llevó consigo una pala grande para poder cavar profundo, parecía una verdadera búsqueda de tesoros. ¡No hay nada como esto!

¿Sabías que Dios quiere que cada día de nuestra vida sea como una búsqueda de tesoros? Igual que Jesús, él quiere que cada mañana busquemos un lugar tranquilo en el cual podamos excavar su palabra y tomar las preciosas joyas que encontramos en ella. La Biblia dice que las promesas de Dios y sus principios son tesoros que podemos encontrar y guardarlos en nuestros corazones. Encontramos también joyas que podemos compartir con otros. El versículo clave para este devocional en Colosenses nos recuerda que Jesús es nuestra búsqueda más preciosa y en Él podemos destapar toda clase de “tesoros de sabiduría y conocimiento”.

Igual que Eva, quien trató de obtener los tesoros de sabiduría y conocimiento fuera del plan de Dios, nuestro creador sabía que podríamos considerar tomar imitaciones baratas de riquezas, y nos veríamos tentados a  perseguir cosas temporales. Es por esto que Jesús nos dice que tengamos cuidado de escoger bien dónde colocar nuestros tesoros. Él nos da instrucciones en Mateo: 6:20-21:

“Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el oxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Por que donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.”

Pero debemos ser honestos con nosotros mismos. Buscar los tesoros de Dios podría no pasar. Diariamente encontramos distracciones que nos atraen a una tienda de baratijas.  Debemos colocar nuestra atención en la manera de escoger nuestros tesoros del reino sin perder un momento en vacilaciones, aún cuando encontremos luchas.  Caminemos por el premio, por la recompensa.

Al igual que el hombre que Jesús describe en Mateo 13:44, cuando descubrió el tesoro que Dios tenía para nosotros, es solo comparable con el inconmensurable valor de conocerlo a él.

Señor, ¡tú eres mi más preciado tesoro! Tus promesas alumbran mi sendero. Es así como espero vivir la vida. Tú me llamaste y voy a ti con una renovada decisión de búsqueda en tu palabra y pepitas de verdad, al igual que buscar tesoros escondidos en un campo.  Oro para que la verdad que descubra en ti, se aplique a mi vida con poder y así obedecer tus preceptos. En el nombre de Jesús, amén.


Puntos para la aplicación:
Haz una caja de tesoros de verdad y busca tus tesoros cada día:
Compra, o puedes hacerla también, una caja en la que puedas colocar tarjetas en blanco.

Si tienes niños deja que ellos la decoren.

Escribe versículos cortos de la Biblia en las tarjetas y colócalas dentro de la caja.

Cada día o semana escoge un tesoro de verdad para memorizarlo.

Lee y ora en alto por el tesoro encontrado.

Coloca el tesoro real en un sitio de la casa: espejos, pozuelos, nevera, etc.

Al final de la semana o mes, aplica el tesoro real a tu vida.

Recursos relacionados:
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Puntos para reflexionar:
Reflexiona en Mateo 13:44.  El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. El hombre que lo encontró lo volvió a esconder y, lleno de alegría, fue y vendió todo lo que tenía y compro ese campo. (NVI)
Al examinar la Palabra de Dios ¿buscas los tesoros que él tiene o simplemente  son como obligaciones para ti?
Como en la parábola anterior, ¿hay algo más importante para ti que tener una relación personal con Jesucristo?
¿Hay alguna verdad que Dios te entregó como un tesoro y tú compartiste con otros?  ¿Puedes contarlo hoy?

Versículos que te darán fuerza:
Proverbios 2:1-8, "Hijo mío, si haces tuyas mis palabras y atesoras mis mandamientos; si tu oído inclinas hacia la sabiduría y de corazón te entregas a la inteligencia; si llamas a la inteligencia y pides discernimiento; si la buscas como a la plata, como a un tesoro escondido, entonces comprenderás el temor del Señor y hallarás el conocimiento de Dios. Porque el Señor da la sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de sus labios. El reserva su ayuda para la gente íntegra y protege a los de  conducta intachable. El cuida el sendero de los justos y protege el camino de sus fieles." (NVI)

Salmo 119:11, "En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti." (NVI)

Mateo 13:44, "El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo." (NVI)


© 2011  de Renee Swope
. Todos los derechos están reservados.  
Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional.
Wendy Bello, editora 
Natasha Curtis
Veronica Young

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