lunes, 16 de abril de 2012
Glynnis Whitwer
1 Tesalonicenses 5:11, “Así que aliéntense y edifíquense unos a otros, tal como ya lo hacen.” (NTV)
Lectura:
Un encuentro cercano con un camión en la autopista dejó manchas negras de goma en el coche de mi hijo mayor. Por desgracia, el hermano menor de Josh lo había tomado prestado y él causó el accidente. En el corazón de Josh se mezclaron emociones de alivio y molestia.
A pesar de las disculpas y de ofrecerle la garantía de pagarle, Josh sabía que su hermano no tenía el dinero para reparar el daño. Y puesto que el costo de la reparación era probablemente menor que el deducible del seguro, Josh decidió hacer canjear los servicios de cuidado de niños por los servicios de chapistería de un amigo. Fue una solución inteligente y bondadosa.
Su amigo trabajó durante ocho horas con esmero para eliminar las rayas negras, y todos pensamos que el coche se veía bien. Josh estaba orgulloso de su decisión de no cobrarle a su hermano y encontrar una forma creativa de reparar el coche.
Por lo menos, hasta que mostró su coche a unos amigos. En lugar de ver lo bueno, lo único que alguien dijo fue: "¡Todavía se puede ver la abolladura!"
Más tarde ese día, Josh se quejó en privado, "¡Todo ese trabajo, y ella sólo vio la abolladura!"
Le reafirmé sus decisiones generosas y traté de recuperar su alegría por la reparación. Pero el daño ya estaba hecho. Mi hijo me dejó de pie en la cocina pensando en la observación descuidada. Y me pregunté cuántas veces he visto solamente las abolladuras.
Hubo un tiempo en que yo misma pudiera haber hecho ese comentario. Muy a menudo me olvidaba de los esfuerzos realizados por mis hijos y solo veía lo negativo. Con demasiada frecuencia yo no lograba reconocer el progreso en los demás y sólo veía lo que quedaba por hacer. Incluso en mi propia vida tiendo centrarme en lo que no es, en lugar de celebrar lo que es.
En una época floreció en mí el espíritu que siempre critica al hacer comentarios descuidados. Sin embargo, yo sabía que la actitud de desaprobación no era compatible con la seguidora de Jesús que yo quería ser. Era contrario a las escrituras que había leído en mi Biblia, al igual que al versículo de hoy en 1 Tesalonicenses, que nos anima a fomentar y edificarnos unos a otros.
Así que años atrás le pedí a Dios que eliminara cualquier vestigio de orgullo malsano en mi corazón. Le pedí perdón por pensamientos críticos, y palabras críticas, y le pedí que espíritu de amor y misericordia llenara todos mis lugares desagradables. Quería dejar de mirar a las abolladuras y en cambio ver la belleza del esfuerzo.
Se requirió un montón de honestidad y confesión para enfrentar mi costumbre tan arraigada de siempre ver el problema. Incluso después de haber tomado las riendas de mis palabras, mi corazón todavía necesitaba atención. Sin embargo, cada vez que me enfrentaba a la cruda verdad acerca de lo que estaba pasando en el interior, la crítica se fue aflojando y me permitió celebrar el progreso imperfecto, en los demás y en mí misma.
¿Es posible que esos pensamientos críticos todavía asalten a mi mente? Sí lo hacen. Voy a ser honesta. Yo también vi la abolladura que quedó en el coche de mi hijo. Pero inmediatamente redirigí mis pensamientos hacia la generosidad de un hermano que perdonó, que optó por centrarse en la solución creativa y la bondad de su amigo. Y le di gracias a Dios porque mi respuesta en ese momento fue ver lo positivo para celebrar con mi hijo.
Las reparaciones están sucediendo por todos lados. Dios está obrando en las vidas de aquellos a quienes amo, Él está trabajando en mi vida también. Mi oración es llegar al lugar en el que ni siquiera vea las abolladuras. En cambio, quiero ojos y un corazón que se regocijan con la más pequeña mejoría, que alaban el potencial y reconocen el esfuerzo. A medida que trato de vivir la petición de Jesús de amar a los demás, el espíritu crítico dentro de mí tiene que morir, y el espíritu de amor necesita para tomar su lugar.
Querido Señor, gracias por ver lo bueno en mí. Tus pensamientos no me critican ni me condenan. En cambio, celebras cada poco de progreso que hago. Tu fe en mí me da ganas de hacerlo mejor. Ayúdame a dar ese regalo a los demás y a mí misma. En el nombre de Jesús, amén.
Recursos sugeridos:
Cuando compras algún recurso a través de los Ministerios Proverbios 31 dejas una huella la eternidad porque tu compra apoya las diversas esferas que sin costo alguno ofrece este ministerio para dar esperanza. Quisiéramos competir con los precios que ofrecen los enormes almacenes que venden en línea, pero sencillamente no podemos hacerlo. Por lo tanto, agradecemos muchísimo todas y cada una de las compras que hagas con nosotros. ¡Gracias!
Refleja y responde:
Un espíritu crítico suele tener sus raíces en las emociones subyacentes. ¿Cuáles son algunas de las razones por las que mujeres critican a los demás? Para empezar a cambiar el espíritu crítico, nos comprometemos a identificar y afirmar verbalmente o por escrito, los avances positivos en tres personas que conozcamos.
Versículos que nos enseñan:
Hebreos 13:3, “Acuérdense de aquellos que están en prisión, como si ustedes mismos estuvieran allí. Acuérdense también de los que son maltratados, como si ustedes mismos sintieran en carne propia el dolor de ellos.” (NTV)
Colosenses 3:16, “Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él da. Canten salmos e himnos y canciones espirituales a Dios con un corazón agradecido.” (NTV)
© 2012 de Glynnis Whitwer. Todos los derechos están reservados.
Gracias por su ayuda editando este devocional:
Wendy Bello, editora
Judith Hernandez
Ana Stine
Natash Curtis
Waleska Nickerson
Veronica Young
1 Tesalonicenses 5:11, “Así que aliéntense y edifíquense unos a otros, tal como ya lo hacen.” (NTV)
Lectura:
Un encuentro cercano con un camión en la autopista dejó manchas negras de goma en el coche de mi hijo mayor. Por desgracia, el hermano menor de Josh lo había tomado prestado y él causó el accidente. En el corazón de Josh se mezclaron emociones de alivio y molestia.
A pesar de las disculpas y de ofrecerle la garantía de pagarle, Josh sabía que su hermano no tenía el dinero para reparar el daño. Y puesto que el costo de la reparación era probablemente menor que el deducible del seguro, Josh decidió hacer canjear los servicios de cuidado de niños por los servicios de chapistería de un amigo. Fue una solución inteligente y bondadosa.
Su amigo trabajó durante ocho horas con esmero para eliminar las rayas negras, y todos pensamos que el coche se veía bien. Josh estaba orgulloso de su decisión de no cobrarle a su hermano y encontrar una forma creativa de reparar el coche.
Por lo menos, hasta que mostró su coche a unos amigos. En lugar de ver lo bueno, lo único que alguien dijo fue: "¡Todavía se puede ver la abolladura!"
Más tarde ese día, Josh se quejó en privado, "¡Todo ese trabajo, y ella sólo vio la abolladura!"
Le reafirmé sus decisiones generosas y traté de recuperar su alegría por la reparación. Pero el daño ya estaba hecho. Mi hijo me dejó de pie en la cocina pensando en la observación descuidada. Y me pregunté cuántas veces he visto solamente las abolladuras.
Hubo un tiempo en que yo misma pudiera haber hecho ese comentario. Muy a menudo me olvidaba de los esfuerzos realizados por mis hijos y solo veía lo negativo. Con demasiada frecuencia yo no lograba reconocer el progreso en los demás y sólo veía lo que quedaba por hacer. Incluso en mi propia vida tiendo centrarme en lo que no es, en lugar de celebrar lo que es.
En una época floreció en mí el espíritu que siempre critica al hacer comentarios descuidados. Sin embargo, yo sabía que la actitud de desaprobación no era compatible con la seguidora de Jesús que yo quería ser. Era contrario a las escrituras que había leído en mi Biblia, al igual que al versículo de hoy en 1 Tesalonicenses, que nos anima a fomentar y edificarnos unos a otros.
Así que años atrás le pedí a Dios que eliminara cualquier vestigio de orgullo malsano en mi corazón. Le pedí perdón por pensamientos críticos, y palabras críticas, y le pedí que espíritu de amor y misericordia llenara todos mis lugares desagradables. Quería dejar de mirar a las abolladuras y en cambio ver la belleza del esfuerzo.
Se requirió un montón de honestidad y confesión para enfrentar mi costumbre tan arraigada de siempre ver el problema. Incluso después de haber tomado las riendas de mis palabras, mi corazón todavía necesitaba atención. Sin embargo, cada vez que me enfrentaba a la cruda verdad acerca de lo que estaba pasando en el interior, la crítica se fue aflojando y me permitió celebrar el progreso imperfecto, en los demás y en mí misma.
¿Es posible que esos pensamientos críticos todavía asalten a mi mente? Sí lo hacen. Voy a ser honesta. Yo también vi la abolladura que quedó en el coche de mi hijo. Pero inmediatamente redirigí mis pensamientos hacia la generosidad de un hermano que perdonó, que optó por centrarse en la solución creativa y la bondad de su amigo. Y le di gracias a Dios porque mi respuesta en ese momento fue ver lo positivo para celebrar con mi hijo.
Las reparaciones están sucediendo por todos lados. Dios está obrando en las vidas de aquellos a quienes amo, Él está trabajando en mi vida también. Mi oración es llegar al lugar en el que ni siquiera vea las abolladuras. En cambio, quiero ojos y un corazón que se regocijan con la más pequeña mejoría, que alaban el potencial y reconocen el esfuerzo. A medida que trato de vivir la petición de Jesús de amar a los demás, el espíritu crítico dentro de mí tiene que morir, y el espíritu de amor necesita para tomar su lugar.
Querido Señor, gracias por ver lo bueno en mí. Tus pensamientos no me critican ni me condenan. En cambio, celebras cada poco de progreso que hago. Tu fe en mí me da ganas de hacerlo mejor. Ayúdame a dar ese regalo a los demás y a mí misma. En el nombre de Jesús, amén.
Recursos sugeridos:
Cuando compras algún recurso a través de los Ministerios Proverbios 31 dejas una huella la eternidad porque tu compra apoya las diversas esferas que sin costo alguno ofrece este ministerio para dar esperanza. Quisiéramos competir con los precios que ofrecen los enormes almacenes que venden en línea, pero sencillamente no podemos hacerlo. Por lo tanto, agradecemos muchísimo todas y cada una de las compras que hagas con nosotros. ¡Gracias!
Refleja y responde:
Un espíritu crítico suele tener sus raíces en las emociones subyacentes. ¿Cuáles son algunas de las razones por las que mujeres critican a los demás? Para empezar a cambiar el espíritu crítico, nos comprometemos a identificar y afirmar verbalmente o por escrito, los avances positivos en tres personas que conozcamos.
Versículos que nos enseñan:
Hebreos 13:3, “Acuérdense de aquellos que están en prisión, como si ustedes mismos estuvieran allí. Acuérdense también de los que son maltratados, como si ustedes mismos sintieran en carne propia el dolor de ellos.” (NTV)
Colosenses 3:16, “Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él da. Canten salmos e himnos y canciones espirituales a Dios con un corazón agradecido.” (NTV)
© 2012 de Glynnis Whitwer. Todos los derechos están reservados.
Gracias por su ayuda editando este devocional:
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