lunes, 22 de diciembre de 2008
por Ángela Vásquez Graduada de She Speaks y voluntaria de Proverbios 31, ministerios para la mujer Versículo clave: Romanos 12:15-16, “Si alguno está alegre, alégrense con él; si alguno está triste, acompáñenlo en su tristeza. Vivan siempre en armonía. Y no sean orgullosos, sino traten como iguales a la gente humilde. No se crean más inteligentes que los demás.” (BLS) Hoy lee el capítulo entero. Escribe el versículo. Memorízalo martes, 23 de diciembre Devocional: La navidad viene y va cada año, durando muy poco. Creo que cada vez durará menos. El espíritu navideño transforma la ciudad, se percibe en el ambiente. Todo alrededor tiene este olor inexplicable y atractivo a la vez. Me llama la atención que es el periodo más amigable durante todo el año. La navidad también transforma a las personas, sus corazones atraídos por la luminosidad de la época. Se llenan de buenos deseos de amor y cordialidad. La energía se transforma, y se ocupan en decorar sus hogares, llenar la ciudad de luces, comer lo tradicional, distribuir regalos, reunirse en las iglesias y compartir con los amigos. Hablamos del maravilloso regalo que representa el que Jesús viniera al mundo. Y... nos gozamos... reímos. La navidad nos hace felices. ¿Pero que hay de aquellos que no celebran con alegría esta temporada del año,, quienes desearían dormir todo el mes sin enterarse que llegó la Navidad? Me refiero a los que están pasando sus momentos más difíciles en una época como esta: alguien que perdió un ser querido; una madre que sufre por su hijo enfermo o adicto; un matrimonio que está firmando su sentencia de divorcio; las familias que lloran por aquellos quienes ya no podrán abrazar pues murieron en la guerra; por quienes perdieron todo en algún desastre natural o ataque terrorista; a quien le detectaron cáncer la semana pasada. Mi amigo David me dijo que la Navidad no era la misma para él, ni su familia desde que su mamá murió de cáncer un 24 de diciembre. La navidad perdió su encanto para todos. Han pasado ya 8 años de esto, pero el dolor de su pérdida sigue vigente. Mientras que mi amigo Pablo me llamó feliz, sonriendo, y contándome que su recuperación y su lucha contra la leucemia durante todo éste año estaba pasando. Aun cuando muchas veces sentíamos que lo perdíamos mientras duraba días y hasta meses en el hospital. En nuestro versículo de hoy, Jesús nos habla bien claro de cual debe ser nuestro comportamiento. Gozarnos con los que están contentos, reír con ellos. Pero también nos recuerda que lloremos con los que lloran. Esto no quiere decir que siempre que veas a esta persona quien está pasando por momentos difíciles tengas que ponerte a llorar. Significa tener compasión, orar por ella, darle a entender con palabras, con nuestro silencio, o simplemente dejándola hablar de su situación, pero estar ahí también en el sufrimiento. Muchas personas, demasiadas quizás, están sufriendo este año y no están muy contentas porque la Navidad llegará. ¿Qué crees que puedes hacer para aliviar un poco la carga de esta persona y cambiar su sentir por la Navidad, bajo la circunstancia que esté viviendo? Mi oración para hoy: Amado Jesús. Sé que eres bondadoso. Gracias por la oportunidad de encontrar en esta época una persona que esté afligida y mostrarle tu amor. Solo tú puedes cambiar en un instante todo el trayecto de nuestras vidas. Permítenos en esta Navidad gozarnos con los que están contentos, pero también llorar por los que sufren. En el nombre de Jesús te oro. Amén. miércoles, 24 de diciembre Aplicación: Localice las personas que están sufriendo cerca de usted a causa de alguna circunstancia y llévele un mensaje renovador y grato. “Jesús el Salvador.” Recurso sugerido: Belleza Extrema por Sharon Jaynes jueves, 25 de diciembre Puntos para reflexionar: Haga un plan para ayudar, así sea solo una persona o una familia. ¿Has visitado un ancianito en Navidad? ¿Recuerdas que los niños también sufren? ¿Alguna persona en su familia necesita que usted llore con ella? viernes, 26 de diciembre Versículos para recordar: Efesios 4:2, “… siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor.” (NVI) Marcos 12: 30-31, “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Ama a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento más importante que éstos.” (NVI) Juan 11:34-36, “— ¿Dónde lo han puesto? —preguntó. Ven a verlo, Señor —le respondieron. Jesús lloró. ¡Miren cuánto lo quería! —dijeron los judíos.” (NVI) Juan 3:16, “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (NVI) Gracias por su ayuda de este devocional. Laura A. Colón González, editora

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