lunes, 19 de enero de 2009
por T. Suzanne Eller Conferencista y Escritora Certificada de Proverbios 31 Ministerios para la Mujer Versículo Clave: Mateo 5:23-24, “Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda.” (NVI) Hoy lee el capítulo entero. Escribe el versículo. Memorízalo. martes, el 20 de enero Devocional para Hoy: ¡Quién me viera barrer ayer! Esta persona pensaría que yo tenía algo contra el piso o que soy un ama de casa compulsiva, viendo la forma en que atacaba con la escoba la madera del piso de mi casa. ¡Es que estaba furiosa! Una amiga me había dicho algo muy doloroso. Recordar sus tersas palabras me llenaban de rabia, y la única forma de liberar mi coraje era contra el piso y con la escoba. Yo sabía que debía perdonar a mi amiga. ¡Pero qué difícil es! He escuchado a otras personas que hablan del perdón como si fuese un remedio fácil, simple y sencillo, como tomarse una aspirina. “Si Jesús perdonó a sus ofensores, ¿por qué no perdonas tú?” ¡Cómo que si yo fuera Jesús! La verdad es que el perdón no es nada fácil. La práctica del perdón y la misericordia trae libertad a nuestras vidas, pero requiere determinación y disciplina. Es una decisión de abandonar la amargura, el enojo, la ira, y toda otra emoción atada a un evento o acción dolorosa cometida en nuestra contra. Pensé que yo ya había aprendido a perdonar. Antes de esta última ofensa, yo ya había experimentado la libertad, el gozo y la paz que el perdón brinda. ¿Por qué entonces tenía tanta dificultad en perdonar a mi amiga? Entre escobazos me di cuenta de que todavía tengo mucho por aprender y que el perdón es un proceso que tendré que enfrentar toda mi vida. La Biblia cuenta que Jesús se encontró a un hombre paralítico. Sus amigos lo habían traído en una camilla para que el Señor lo sanara. Su necesidad era obvia, pero en lugar de sanar sus piernas, Jesús le dijo, “¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados!” (Mateo 9:2, NVI) ¡Qué interesante es ver que el Señor se ocupó primero de las necesidades del corazón de este hombre, antes de atender sus necesidades físicas! De igual manera, el Señor vela por la condición de mi corazón. Él sabe que yo he perdonado. Pero Él también sabe que para poder enfrentar los retos de la vida, debo aprender a continuar perdonando. Para ello, debo aprender también a ser paciente conmigo misma y con mis emociones; debo aceptar la gracia de Dios e invitarlo a ser parte de este proceso.Llegó un momento en que hice a un lado la escoba y me puse a cuentas con mi Salvador, pidiéndole que me ayudara a perdonar a mi amiga. El día de ayer no sólo logré limpiar mi casa, sino que también logré limpiar mi corazón. Mi oración para hoy: Amado Señor: Ayúdame a perdonar el día de hoy. Pongo delante de Ti mi corazón. No pretendo que lo que ocurrió o lo que se dijo no me duele. Pero vengo delante de Ti dispuesta a perdonar. Yo no puedo hacer esto sola. Pero Tu gracia es suficiente. No basaré mi perdón en las acciones o reacciones de otras personas. Mi deseo es ser obediente y ser libre. Deseo experimentar Tu amor y que otros lo experimenten también por medio de mí. Gracias te doy, Señor, en el Nombre de Jesús. Amén. miércoles, el 21 de enero Aplicación: No importa cuan grande o cuan pequeña la ofensa, invita hoy a Dios a participar contigo en el proceso del perdón. jueves, el 22 de enero Puntos para Reflexionar: Piensa en el perdón como un muro que nosotras construimos alrededor de nuestro corazón para evitar que otros nos lastimen. ¿Qué te mantiene cautiva dentro de este muro? ¿Qué pierdes tú al vivir dentro del muro? viernes, el 23 de enero Versículos para Recordar: 1 Corintios 13:5, “[El amor] no se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.” (NVI) Efesios 4:32, “Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.” (NVI) Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional. Laura A. Colón González, editora Ana Stine Judith Hernández: judithhernandez.blogspot.com Ángela Vásquez Lupe Coka

1 comments:

Anónimo dijo...

la pqaz de cristo . que hermoso mensaje que he aprendido hoy , la verda no es facil pero tampoco imposible de perdonar como jesus nos a perdonado.animo todas las siervas de jesucristo que pronto tendremos un galardon.

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