lunes, 2 de noviembre de 2009
Lysa TerKeurst
Miembro del Equipo de conferencistas y
Presicente de Proverbios 31,
Ministerios para la mujer
Versículo clave:
Salmos 119:30 “Dios mío, no me hagas quedar mal,pues confío en tus mandamientos y he decidido obedecerlos.” (NVI)
Hoy lee el capítulo entero. Escribe el versículo. Memorízalo
martes, el 3 de noviembre
Devoción:
Cuando era niña añoraba un padre que me alzara en brazos, me diera vueltas de un lugar a otro y me dijera que era linda y amada. Cuando este anhelo de mi niñez no se cumplió, se convirtió en un vacío y dolor en la adultez que me llevó a buscar todo tipo de remedios equivocados.
Mi primer remedio fue buscar alguien o algo que me hiciera sentir amada e importante. Era como si yo llevara conmigo una pequeña copa en forma de corazón. La extendía a cualquier cosa o persona que me pareciera que pudiera llenarla.
Le presenté mi copa a la educación: “¿Podrías llenarme?”
Se la ofrecí a mi esposo: “¿Podrías llenarme?”
La coloqué delante de mi hijo: “¿Me llenarías?”
La extendí a mis posesiones materiales: “¿Pueden ustedes llenarme?”
La presenté a todos mis trabajos: “¿Me llenarías?”
En estas preguntas había muchos mas enredos: “¿Podrías corregir todos mis errores?” “¿Podrías corregir mis inseguridades?” “¿Podrías hacerme sentir importante?” Mientras más ofrecía mi vacío con la esperanza de que algo lo llenara, más frustrada me sentía.
Y cuando crecí en mi fe, me sentía particularmente perpleja. ¿Acaso el ser cristiana no debería arreglar este tipo de problemas en mi corazón? ¿Qué era lo que me faltaba?
¿Te has sentido así alguna vez?
¿Por quė es tan tentador buscar la satisfacción en las cosas de este mundo? Esta idea de que las cosas del mundo pueden llenar nuestras vidas se encuentra por todas partes. Está en la televisión, es el tema de muchísimas canciones del mundo y es lo que domina en la publicidad norteamericana. No puedo ni siquiera estar en la fila para pagar en el supermercado sin ser bombardeada con consejos para una vida más completa. Un esposo mejor, un cuerpo mejor, una carrera mejor, una casa decoraba más bonita. Las revistas parecen tan llamativas; sus promesas son tan tentadoras. Se cuelan en nuestro proceso mental y nos hacen pensar: “Si tan solo tuviera _____________, sería tan feliz. Estaría tan satisfecha.”
Así que seguimos y seguimos en la búsqueda hasta que llevamos a la quiebra nuestras relaciones, nuestra cuenta de banco y nuestra propia alma. La realidad es que todo lo que el mundo ofrece es temporal. No hay persona, posesiones, profesiones o posiciones que puedan llenar jamás la copa rota de un corazón herido y vacío, ni del mío ni del tuyo. Ese vacío solo lo puede llenar Dios.
Cualquiera que sea la frase “si tan solo tuviera…” con la que estemos luchando, podemos remplazarla con verdades firmes de la Escritura que nunca nos dejarán vacías. Es una declaración valiente que puede hasta sonar un poco gastada, pero es verdad.
Cuando la palabra de Dios se mete en nosotros, se convierte en la nueva forma en que procesamos la vida. Arregla nuestros pensamientos, nuestros motivos, nuestras necesidades y nuestros deseos. Nuestra alma está diseñada para ser llenada por Dios y su verdad; esta se filtra en cada parte de nosotros y nos llena completamente. Es justo lo que buscamos.
Mi oración para hoy:
Amado Dios, te pedimos hoy que pongas en nosotros pasión por tu palabra. Una pasión que sobrepase cualquier deseo de nuestra carne de querer encontrar satisfacción en las personas, las posesiones, la profesión o la posición. Señor, ayúdanos a dar la mayor importancia a escudriñar tu palabra todos los días. Y que siempre podamos acercarnos a tu palabra con humildad en nuestra necesidad y con un corazón listo para recibir todo lo que tú nos quieres enseñar. En el nombre de Jesús, Amén.
miércoles, el 4 de noviembre
Aplicación:
Termina la frase: Siempre he pensado: “Si solamente tuviera _______ sería feliz y estaría satisfecha.”
Recursos sugeridos:
¿Conoces a Jesús?
Más recursos
jueves, el 5 de noviembre
Puntos para reflexionar:
¿En quién o en qué he tratado de encontrar satisfacción?
¿Cómo puede esto dañar mis relaciones?
viernes, el 6 de noviembre
Versículos para recordar:
Salmo 19:7a, " La ley del SEÑOR es perfecta: infunde nuevo aliento.” (NVI)
Salmo 27:10 -11a, " Mis padres podrán abandonarme, pero tú me adoptarás como hijo. Dios mío, por causa de mis enemigos dime cómo quieres que viva y llévame por el buen camino.” (LBLS)
Salmo 45:1a, “Me nace del corazón decir palabras bonitas. ¡Cómo quisiera tener la inspiración de un poeta, y escribirle versos a su Majestad!” (LBLS)
Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional.
Wendy Bello, editora Judith Hernández: http://www.judithhernandez.blogspot.com Ana Stine Lupe Coka Natasha Curtis
Miembro del Equipo de conferencistas y
Presicente de Proverbios 31,
Ministerios para la mujer
Versículo clave:
Salmos 119:30 “Dios mío, no me hagas quedar mal,pues confío en tus mandamientos y he decidido obedecerlos.” (NVI)
Hoy lee el capítulo entero. Escribe el versículo. Memorízalo
martes, el 3 de noviembre
Devoción:
Cuando era niña añoraba un padre que me alzara en brazos, me diera vueltas de un lugar a otro y me dijera que era linda y amada. Cuando este anhelo de mi niñez no se cumplió, se convirtió en un vacío y dolor en la adultez que me llevó a buscar todo tipo de remedios equivocados.
Mi primer remedio fue buscar alguien o algo que me hiciera sentir amada e importante. Era como si yo llevara conmigo una pequeña copa en forma de corazón. La extendía a cualquier cosa o persona que me pareciera que pudiera llenarla.
Le presenté mi copa a la educación: “¿Podrías llenarme?”
Se la ofrecí a mi esposo: “¿Podrías llenarme?”
La coloqué delante de mi hijo: “¿Me llenarías?”
La extendí a mis posesiones materiales: “¿Pueden ustedes llenarme?”
La presenté a todos mis trabajos: “¿Me llenarías?”
En estas preguntas había muchos mas enredos: “¿Podrías corregir todos mis errores?” “¿Podrías corregir mis inseguridades?” “¿Podrías hacerme sentir importante?” Mientras más ofrecía mi vacío con la esperanza de que algo lo llenara, más frustrada me sentía.
Y cuando crecí en mi fe, me sentía particularmente perpleja. ¿Acaso el ser cristiana no debería arreglar este tipo de problemas en mi corazón? ¿Qué era lo que me faltaba?
¿Te has sentido así alguna vez?
¿Por quė es tan tentador buscar la satisfacción en las cosas de este mundo? Esta idea de que las cosas del mundo pueden llenar nuestras vidas se encuentra por todas partes. Está en la televisión, es el tema de muchísimas canciones del mundo y es lo que domina en la publicidad norteamericana. No puedo ni siquiera estar en la fila para pagar en el supermercado sin ser bombardeada con consejos para una vida más completa. Un esposo mejor, un cuerpo mejor, una carrera mejor, una casa decoraba más bonita. Las revistas parecen tan llamativas; sus promesas son tan tentadoras. Se cuelan en nuestro proceso mental y nos hacen pensar: “Si tan solo tuviera _____________, sería tan feliz. Estaría tan satisfecha.”
Así que seguimos y seguimos en la búsqueda hasta que llevamos a la quiebra nuestras relaciones, nuestra cuenta de banco y nuestra propia alma. La realidad es que todo lo que el mundo ofrece es temporal. No hay persona, posesiones, profesiones o posiciones que puedan llenar jamás la copa rota de un corazón herido y vacío, ni del mío ni del tuyo. Ese vacío solo lo puede llenar Dios.
Cualquiera que sea la frase “si tan solo tuviera…” con la que estemos luchando, podemos remplazarla con verdades firmes de la Escritura que nunca nos dejarán vacías. Es una declaración valiente que puede hasta sonar un poco gastada, pero es verdad.
Cuando la palabra de Dios se mete en nosotros, se convierte en la nueva forma en que procesamos la vida. Arregla nuestros pensamientos, nuestros motivos, nuestras necesidades y nuestros deseos. Nuestra alma está diseñada para ser llenada por Dios y su verdad; esta se filtra en cada parte de nosotros y nos llena completamente. Es justo lo que buscamos.
Mi oración para hoy:
Amado Dios, te pedimos hoy que pongas en nosotros pasión por tu palabra. Una pasión que sobrepase cualquier deseo de nuestra carne de querer encontrar satisfacción en las personas, las posesiones, la profesión o la posición. Señor, ayúdanos a dar la mayor importancia a escudriñar tu palabra todos los días. Y que siempre podamos acercarnos a tu palabra con humildad en nuestra necesidad y con un corazón listo para recibir todo lo que tú nos quieres enseñar. En el nombre de Jesús, Amén.
miércoles, el 4 de noviembre
Aplicación:
Termina la frase: Siempre he pensado: “Si solamente tuviera _______ sería feliz y estaría satisfecha.”
Recursos sugeridos:
¿Conoces a Jesús?
Más recursos
jueves, el 5 de noviembre
Puntos para reflexionar:
¿En quién o en qué he tratado de encontrar satisfacción?
¿Cómo puede esto dañar mis relaciones?
viernes, el 6 de noviembre
Versículos para recordar:
Salmo 19:7a, " La ley del SEÑOR es perfecta: infunde nuevo aliento.” (NVI)
Salmo 27:10 -11a, " Mis padres podrán abandonarme, pero tú me adoptarás como hijo. Dios mío, por causa de mis enemigos dime cómo quieres que viva y llévame por el buen camino.” (LBLS)
Salmo 45:1a, “Me nace del corazón decir palabras bonitas. ¡Cómo quisiera tener la inspiración de un poeta, y escribirle versos a su Majestad!” (LBLS)
Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional.
Wendy Bello, editora Judith Hernández: http://www.judithhernandez.blogspot.com Ana Stine Lupe Coka Natasha Curtis
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1 comments:
Bendiciones, queridas mujeres. Encontre este blog por casualidad entrando a una pagina cristinaa en ingles y leer este devocional me bendijo muchisimo. Me senti identificada pues mi proceso de crecimiento espiritual fue similar al señalado aqui.
Mucho tiempo busque llenar ese vacio, largos años, hasta que pude entender cual era la verdadera fuente de llenura. Me suscribi para recibir vuestros devocionales pues me encanto la manera de presentar el material y de como continuar con el seguimiento del mismo. Dios las bendiga grandemente, Graciela