lunes, 8 de septiembre de 2008
por Micca Monda Campbell Miembro del Equipo de Conferencistas De Proverbios 31, Ministerios para la Mujer Versículo clave: Nahúm 1:7, “Bueno es el Señor; es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en él confían.” (NIV) Hoy lee el capítulo entero. Escribe el versículo. Memorízalo. martes, septiembre 9 Devocional: Los tiempos son difíciles. Las personas por todas partes están perdiendo sus trabajos, sus casas, y su esperanza. Si eso te ha pasado a ti, entonces tú puedes saber que tan desmoralizante puede ser una perdida. Tú sabes como se siente, el estar ante la misericordia de alguien que te entrevista para un trabajo, o prisionero de alguien a quien le debes. Eso nos puede llevar a hacernos sentir muy bajo. Muchos de nosotros buscamos nuestra identidad en nuestros trabajos, en nuestros sueños, en nuestros talentos, o en nuestras metas. La gente a la que amamos, las cosas que tenemos, y el trabajo regular que tenemos define quienes somos. Cuando perdemos alguna de estas cosas sentimos como si hubiéramos perdido nuestra identidad. ¿Después de eso, qué mas queda? La Buena noticia es que –hay más de lo que nosotros nos damos cuenta. Eso fue verdad para Daniel después que el Rey Nabucodonosor de Babilonia vino a Jerusalén a asediarlos. Y luego ordenó que algunas de las familias de los Israelitas fueran llevados cautivos. La orden fue específica para aquellos quienes fueran atractivos, inteligentes, saludables, y que pudieran ser buenos servidores del rey. Y Daniel era uno de ellos. Y también se le dijo que deberían comer y beber. Yo me imagino que todos los prisioneros estaban angustiados por todo lo que habían perdido. Ellos habían sido sacados de sus hogares, de sus tierras, y de su gente. Pero Daniel y sus amigos respondieron diferente de todos los otros. Ellos decidieron no mirar a lo que habían perdido sino en lo que todavía les quedaba. Daniel tenía fe. Él sabia que el verdadero Rey estaba en control. Nabucodonosor pudo ser el rey de Babilonia pero Dios era el Rey de Daniel. Creyéndole a Dios, que el obraría a su favor, Daniel pidió no contaminarse comiendo la comida del rey. A pesar de la duda del oficial, se le dio esa petición debido al favor de Dios. Como hijos de Dios no debemos desanimarnos o rendirnos ante los designios del mundo. No importa en que clase de situación nos encontremos. Dios puede hacer lo posible de lo imposible. Dios también les dio conocimiento y entendimiento a Daniel y a sus tres amigos. Eso llamó la atención del rey. Nadie en el reino se podía comparar a estos cuatro hombres, Por eso entraron al servicio del rey sin perder su fe y permanecieron allí hasta que el Nuevo rey tomó el trono. Desafortunadamente, en las experiencias de cada uno de perder un trabajo, de perder un amigo, o un sueño, aun en eso, nuestro mundo y nuestra identidad no se puede encontrar en eso. Aun con esto, nuestro valor y nuestra identidad no se encuentran en estas cosas. Ni tampoco en nuestros logros o nuestros fracasos. Tu valor y el mío se encuentra en nuestra fe, en la fe que tenemos para Dios. Cuando nos encontramos en nuestra propia Babilonia, no miremos a lo que hemos perdido. E lugar, miremos en lo que todavía tenemos-nuestra fe. Puede estar tambaleando pero aun puede recuperarse. Fe como la de Daniel nos da esperanza en un Dios que es muy grande y está en control de toda autoridad. Eso, mi amiga, no es una perdida. Eso es una gran ganancia. Mi oración para hoy: Amado Dios, me he enfocado en mis circunstancias en lugar de enfocarme en ti. Hoy decido colocar mi confianza en ti. Estoy segura que tú sabes mi situación y estás trabajando a mi favor. Llena mi alma con paz y ayúdame a descansar en tu cuidado. En el nombre de Jesús oro, Amen. miércoles, septiembre 10 Aplicación: Lee la historia de Daniel y ejercita tu fe. En lugar de enfocarte en tus pérdidas, haz una lista de todo lo que todavía tienes, incluyendo tu Dios y tú fe. Recursos sugeridos: Testimonio: De Tribulaciones a teroros, De tragedia al triumfo, De la adversidad a tranquilidad por Janet Eckles jueves, septiembre 11 Puntos para reflexionar: ¿De donde estas tomando tu valor? ¿Cómo puede tu fe en Dios verte en tiempo de dificultad? viernes, septiembre 12 Versículos para recordar: Salmos 138:7, “Aunque pase yo por grandes angustias, tú me darás vida; contra el furor de mis enemigos extenderás la mano: ¡tu mano derecha me pondrá a salvo!” (NVI) 1 Peter 5:7, “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.” (NVI) Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional. Laura A. Colón González, editora Judith Hernández: judithhernandez.blogspot.com Janet Eckles: http://www.janetperezeckles.com/ Ana Stine Ángela Vásquez Wendy Bello

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