miércoles, 25 de mayo de 2011
Miembro
del Equipo latino
de Proverbios
31, Ministerios para la mujer
“Prefiero
recordar las hazañas del Señor, traer
a la memoria sus milagros de antaño”. Salmo 77:11, (NVI)
Lectura:
¿Cómo reaccionas cuando los problemas te asaltan?
Mi reacción natural es alarmarme. Empiezo a pensar en mil y una cosas, una peor
que la otra, hasta que el peso de la angustia y la preocupación pareciera
llegar a triturarme. El futuro luce
negro y desastroso. El temor y la
depresión empiezan a agobiarme, hasta sentir que ya no puedo más.
Pero allá a lo lejos, escondida en lo más profundo de
mi mente, veo una chispita, un rayito de luz que crece más y más conforme corro
hacia él.
Esta luz es el
reflejo de experiencias pasadas, testimonios de la intervención divina en
tiempos de necesidad.
Asaf expresó
este mismo sentir en el Salmo 77. Él
había clamado al Señor durante tiempos difíciles, pero sentía como que Dios no
le escuchaba y más bien se había olvidado de él.
7 «¿Nos
rechazará el Señor para siempre?
¿No volverá a mostrarnos su buena voluntad?
8 ¿Se habrá agotado su gran amor eterno,
y sus promesas por todas las generaciones?
9 ¿Se habrá olvidado Dios de sus bondades,
y en su enojo ya no quiere tenernos compasión?»
¿No volverá a mostrarnos su buena voluntad?
8 ¿Se habrá agotado su gran amor eterno,
y sus promesas por todas las generaciones?
9 ¿Se habrá olvidado Dios de sus bondades,
y en su enojo ya no quiere tenernos compasión?»
Quizás tú te
identificas con Asaf y sientes como que Dios está ausente y ya no escucha tus
oraciones.
Los problemas tienden a hacernos sentir así.
Tal vez tú gozas de una relación íntima con Jesús, y
de pronto, como que si de la nada, la dificultad te da una bofetada. Atónita te preguntas, ¿dónde está Dios? pues
sientes como que ya no lo encuentras. Y
en tu angustia te preguntas, ¿y ahora qué debo hacer?
Asaf halló la respuesta: Recuerda.
11 «Prefiero recordar las hazañas del Señor,
traer a la memoria sus milagros de antaño.
12 Meditaré en todas tus proezas;
evocaré tus obras poderosas.»
traer a la memoria sus milagros de antaño.
12 Meditaré en todas tus proezas;
evocaré tus obras poderosas.»
La otra noche, mientras me dirigía hacia mi estudio
bíblico, me puse a pensar en las palabras de Asaf. Varias de las señoras en mi grupo estaban
pasando por tiempos muy difíciles, y yo me sentía abrumada por sus problemas,
más un par de los míos.
“¡Ayúdanos, Señor!” clamé mientras manejaba. Una vez más, en medio de la oscuridad del
camino, volví a ver esa chispita maravillosa que prende la llama de la fe.
Y recordé...
Recordé el amor profundo, ancho, alto y eterno de
Dios. Recordé Su misericordia y Su
fidelidad para los que lo aman. Recordé
los milagros que he experimentado.
Recordé las palabras del Maestro: “Aquí en
el mundo tendrás muchas pruebas y tristezas; pero ánimo, porque yo he vencido
al mundo”. (Juan 16:33, NTV)
Al llegar al
hogar en que nos reunimos a estudiar la Biblia, compartí con el grupo mi
experiencia. “Creo que debemos
enfocarnos en la bondad del Señor”, les dije.
“Cada una de nosotras tendrá un turno para compartir algo por lo cual
estamos agradecidas con Dios.”
Como brisa
ligera en un día asoleado, un sentimiento de paz empezó a ondularse entre
nosotras. Poco a poco nuestra angustia
se fue transformando en esperanza.
Ninguna de nosotras sabía como ni cuando llegaría la solución, pero
todas salimos convencidas de que Dios acudiría a nuestra ayuda.
Amada amiga,
quizás tú también estás pasando por tiempos difíciles y te sientes tan sola y
desanimada que ya no sabes que más hacer.
Permíteme alentarte con estas palabras:
Dios no se ha olvidado de ti ni de tus circunstancias. Cuando tú clamas al Señor, Él te
escucha. Su brazo es poderoso para
salvarte. Su Espíritu desea
consolarte. Su amor te dará las fuerzas
y la valentía que necesitas para enfrentar tus problemas.
Te animo a que
no olvides jamás estas verdades. Y más
bien… recuerda.
Amado Señor: Por favor ayúdame recordar que Tú siempre
estás conmigo y que cuando los problemas me asalten, tu amor y tu poder serán
mi salvación. En el Nombre de
Jesús. Amén.
Pasos para la
aplicación:
·
Lee
el Salmo 54.
·
Has
una lista de las cosas que David le pide a Dios en este salmo.
·
¿Qué
dice él de Dios?
Recursos relacionados:
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recurso a través de los Ministerios Proverbios 31 dejas una marca en la eternidad
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hacerlo. Por lo tanto, agradecemos muchísimo todas y cada una de las compras
que hagas con nosotros. ¡Gracias!
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Puntos para reflexionar:
·
¿Cuál es tu primera reacción cuando las dificultades
tocan a tu puerta?
· ¿Cuentas
con amistades cristianas con las que puedes platicar y orar por tus problemas?
· Si
no es así, pídele al Señor que traiga a tu vida una amiga cristiana. (La
iglesia local es el lugar ideal para formar tales amistades).
Versículos que te darán fuerza:
Lucas 1:51a, “¡Su
brazo poderoso ha hecho cosas tremendas!” (NVI)
Deuteronomio
31:6, “¡Así que sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni sientas pánico frente
a ellos, porque el SEÑOR tu Dios, él mismo irá delante de ti. No te fallará ni
te abandonará”. (NTV)
Salmo 46:1, “Dios es nuestro refugio
y nuestra fuerza, siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de
dificultad”. (NTV)
© 2010 de Ana
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