lunes, 4 de julio de 2011
Miembro del Equipo de conferencistas
de Proverbios 31, Ministerios para la mujer
“Jesús le dijo: — ¡Ponte de pie, toma tu camilla y anda!”
Juan 5:8 (NTV)
Lectura:
¿Hay veces en las que te sientes paralizada por el temor, la angustia, la soledad o el dolor?
Si tu respuesta es un rotundo “¡sí!”, te invito a conocer al personaje que descubrí en el capítulo 5 del Evangelio de San Juan.
El relato inicia con la entrada de Jesús a Jerusalén. El Señor se dirigió hacia un estanque de agua al cual, cada día, acudían muchos enfermos, ciegos, cojos y paralíticos. Muchas personas creían que a cierta hora del día un ángel descendía a mover las aguas, otorgándoles poder para sanar. El que fuera el primero en meterse al estanque cuando el ángel agitara las aguas sería sano. Al caminar entre la multitud Jesús dirigió su mirada hacia un inválido que se encontraba recostado sobre una camilla.
El Señor le preguntó: ¿Quieres quedar sano?” (Juan 5:6, NVI)
“—Señor —respondió [el inválido] —, no tengo a nadie que me meta en el estanque mientras se agita el agua, y cuando trato de hacerlo, otro se mete antes.” (Juan 5:7, NVI)
¿Ves la excusa de este hombre? Él le dijo a Jesús que permanecía en su camilla porque no había nadie que le ayudara a levantarse.
Como este pobre hombre, yo también viví como inválida durante más de una década. En junio de 1986, a la edad de 21 años y justo después de graduarme de la universidad, un hombre enmascarado se metió en mi apartamento y me violó.
¡Yo había tenido una experiencia tan linda en la universidad! Había sido elegida “Belleza Universitaria”; había conocido a un muchacho maravilloso con quien me había comprometido; me había graduado con honores, y había conseguido un trabajo excelente.
Pero después de ese terrible día, todas mis bendiciones no significaban nada para mí. El acto vil y cruel que mi agresor cometió contra mí me robó mi dignidad, mi autoestima, mi seguridad… mi vida. Sentía que este monstruo había destruido para siempre mis sueños y me había despojado de toda ilusión y esperanza.
Viví paralizada en la camilla del temor y la desesperación. Por años no podía estar sola y sufrí de ataques de pánico, tan fuertes que a veces acabé en la sala de emergencias.
Pero un día descubrí al Cristo de este relato. Las palabras que Él le dijo al personaje de este relato saltaron de la página a mi corazón. ¡Yo era el hombre de la camilla! Mis excusas me impedían ser sana y, peor aún, ya me había acostumbrado a este tipo de vida.
Pero mira lo que Jesús le dijo a este hombre: “Levántate, recoge tu camilla y anda.” (Juan 5:8, NVI)
El Señor me animó a rendirle mi dolor y a entregarle mi invalidez, susurrándome al oído: “Wendy, yo tengo una vida bella y abundante que ofrecerte. Pero nunca podrás experimentarla hasta que te atrevas a abandonar tu camilla y a dar pasos de fe.”
Fue difícil, pero decidí entonces dar ese primer paso... Y desde entonces, he logrado gozar de la vida en abundancia que Dios tenía reservada para mí.
Querida Amiga: Si tú te encuentras “atada” a una camilla de dolor o temor, como yo lo estuve, te animo a que des este primer paso de fe. Jesús te extiende su mano y promete ayudarte a abandonar tu camilla y dar pasos hacia una vida abundante.
Amado Señor: Vengo humildemente ante ti, mi Creador y Salvador. Te amo y te doy gracias porque tú me has amado con amor eterno. Te entrego mi vida, mi corazón, mi dolor y mis temores. Quita toda barrera que me impida gozar de mi relación contigo. Hoy te ruego que me ayudes a abandonar mi camilla y dar pasos de fe para ser sana y libre. En el nombre poderoso de Jesús, Amén.
Pasos para la aplicación:
¿Eres como inválida “atada” a una camilla? ¿Qué te impide abandonarla?
Visita el blog Aventuras de fe para participar de un estudio que te ayudará a dar pasos hacia una vida abundante. .
Decide hoy dar el primer paso para ser libre y sana: ¡Deja tu camilla!
¿Qué significa este primer paso para ti?
Recursos relacionados:
Cuando compras algún recurso a través de los Ministerios Proverbios 31 dejas una marca en la eternidad porque tu compra apoya las diversas esferas que sin costo alguno ofrece este ministerio para dar esperanza. Quisiéramos competir con los precios que ofrecen los enormes almacenes que venden en línea, pero sencillamente no podemos hacerlo. Por lo tanto, agradecemos muchísimo todas y cada una de las compras que hagas con nosotros. ¡Gracias!
¿Qué hago ahora?
Más recursos
Aventuras de fe
Puntos para reflexionar:
Pasa un tiempo en oración y leyendo la Palabra. Pídele al Señor que dirija los próximos pasos que debes dar.
Versículos que te darán fuerza:
Lucas 18:27, “Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.” (NVI)
Salmos 40:1-2, “Puse en el SEÑOR toda mi esperanza; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme.” (NVI)
© 2010 de Wendy Blight. Todos los derechos están reservados.
Gracias por su ayuda en la traducción de este devocional.
Wendy Bello, editora
Natasha Curtis
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(Atom)
Visítanos en Facebook
Archivos del Blog
-
►
2013
(93)
- ► septiembre (9)
-
►
2012
(53)
- ► septiembre (4)
-
▼
2011
(50)
- ► septiembre (4)
-
►
2010
(48)
- ► septiembre (4)
-
►
2009
(50)
- ► septiembre (4)
-
►
2008
(52)
- ► septiembre (5)
-
►
2007
(49)
- ► septiembre (4)
0 comments:
Publicar un comentario