lunes, 11 de marzo de 2013



“... con la dulzura de la amistad se vuelve a la vida.”  Proverbios 27:9b (TLA

Lectura:

Hace varios años no podía decir que me cayeran muy bien las mujeres. Podía contar a unas cuantas como amigas, pero al resto las descartaba por ser muy problemáticas. No es que fuese poco femenina o algo así, simplemente me resultaba más fácil llevarme con chicos. Ellos generalmente dicen lo que piensan y nunca te evalúan para determinar quién tiene el mejor corte de cabello.

Yo no quería desconfiar de las mujeres, pero la mayoría de las mujeres en mi vida en ese entonces me producían esa respuesta. Eran sarcásticas, competitivas y maquinadoras. Además chismeaban, daban puñaladas por la espalda y manipulaban. Tengo que admitir que con frecuencia yo respondía de la misma manera. ¿No es extraño cuán adictivo puede ser el drama de las relaciones?

Me han dicho que uno puede poner una rana en una olla de agua fría en la estufa y gradualmente subir el calor, y la rana se quedará en la olla hasta que hierva fatalmente sin intentar escapar. Evidentemente la rana no se da cuenta qué tan enfermiza se está volviendo la situación. No puedo asegurar la veracidad de esa historia, ¡nunca he hervido una rana!, pero he estado en algunas relaciones de amistad así. Me quedé mucho tiempo en la olla antes de darme cuenta de que esto no era sano para mí, y me quemé.

Entonces, ¿qué me hizo cambiar de parecer en cuanto a tener amigas? Primero, decidí tener una amistad con Dios. Esto provocó cambios beneficiosos en mi mente y espíritu. Donde yo había sido cínica y desconfiada, el amor de Dios penetró y suavizó mi corazón. Aprendí el significado de Proverbios 18:24, Hay amigos que llevan a la ruina, y hay amigos más fieles que un hermano” (NIV). Jesucristo es ahora mi amigo para siempre, alguien en quien puedo confiar completamente.

También hice cambios en mi elección de amigas. Mediante el Espíritu Santo y las lecciones sobre carácter en el libro de Proverbios aprendí a reconocer las personas y los patrones de relaciones que no eran sanas para mí.

¡Estaba lista para deshacerme del drama! La Biblia enseña, “El que con sabios anda, sabio se vuelve” (Proverbios 13:20a, NVI). Yo quería caminar con mujeres sabias en mi vida. Muchas de mis amistades de ese entonces siguieron su curso natural y se disolvieron. Unas pocas se transformaron junto conmigo. 

Pero hubo algunas que eliminé gradualmente de manera delibera porque mi propio carácter no era lo suficientemente fuerte como para permanecer cercana a Cristo en su compañía.
Mientras tanto, oré para tener una amistad de calidad con mujeres de fe. Dios escuchó mis oraciones. Mujeres de mi iglesia, llenas de gracia, divertidas y consagradas a Dios, me invitaron a reunirme con ellas. Y yo tomé la decisión de confiar en ellas e invertir en ellas. Descubrí cuán beneficioso es rodearse de mujeres que inspiran tu caminar con Dios.

Con el tiempo, Dios hizo que naciera en mí un amor enorme y una gran compasión por las mujeres. Empecé a verlas con sus ojos y no sólo a través del lente de mi propio pasado doloroso. Me di cuenta de que no todas las mujeres son como las que yo había conocido. Y también aprendí a perdonar y a orar por aquellas que me habían lastimado. Hoy aprecio mi amistad con las mujeres en mi vida.

Querido Dios, quiero tener buenas amigas y ser una buena amiga. Ayúdame a desarrollar amistades devotas que te honren y que acerquen a otros a ti. En el nombre de Jesús, amén.

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Segunda lectura: Ustedes, las que leen nuestras lecturas, han estado pidiendo más de una lectura a la semana. Gracias a Dios por nuestras voluntarias que las traducen, ahora podemos ofrecerles dos lecturas semanales. Esta lectura estará disponible los sábados en nuestra página. Es una bendición darles estas lecturas, pero esto implica un costo financiero. Así que tenemos una petición especial para este nuevo año; y aunque Dios siempre provee de maneras extraordinarias, en muchas ocasiones él usa a sus hijos para que otros tengan. ¿Quisieras ser parte de esta bendición, para que nuestro ministerio pueda alcanzar a muchas más mujeres, y contribuir con un regalo financiero? Tu donación, grande o pequeña, será de gran ayuda. Gracias.

Reflexionar y responder:
Estudia el libro de Proverbios y aprende los rasgos de un carácter confiable para que puedas desarrollarlos en ti y reconocerlos en otros.


¿Hay alguien de quien te gustaría hacerte amiga? Entablar una nueva amista puede ser una gran manera de presentarle a Jesucristo a alguien.

¿Te encuentras enredada en una relación enfermiza? ¿Te estás escondiendo emocionalmente después de haber sido lastimada? Preséntale esto a Dios y pídele que sane tu corazón y lo restaure. Pídele que envíe mujeres sabias y devotas a tu vida, y luego ármate de valor para responder y hazte amiga de ellas.

Versículos poderosos:
Santiago 2:23, “Así se cumplió la Escritura que dice: «Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia», y fue llamado amigo de Dios.” (NVI)


Proverbios 22:11, “El que ama la pureza de corazón y tiene gracia al hablar tendrá por amigo al rey.”  (NVI)

© 2013 de Rachel Olsen. Todos los derechos están reservados



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